Una vecina de Villaverde, muy asustada con los 9 narcopisos desmantelados en Madrid: "Esto es una pasarela de zombies"

Villaverde ha sido uno de los principales escenarios de la gran operación policial que ha llevado a cabo la Policía Nacional contra el tráfico de drogas en la Comunidad de Madrid.

Los agentes han desmantelado un total de nueve narcopisos en distintas zonas de la ciudad. Las intervenciones se han producido en seis actuaciones coordinadas en municipios como Parla, Getafe, Leganés, Vallecas, Usera y Villaverde.

Por el momento, en total, se han detenido a 20 personas, de las cuales ocho ya han sido enviadas a prisión.

Uno de los pisos desmantelados. Telemadrid

Estos narcopisos eran viviendas ocupadas o alquiladas que se usaban para vender droga, sobre todo marihuana, cocaína y una droga sintética conocida como tusi o "cocaína rosa".

Según indican los residentes de la zona a Telemadrid, estos puntos de venta funcionaban prácticamente todo el día. Es el caso de Villaverde, donde se podía ver a personas entrando y saliendo de los portales a todas horas.

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Y es que la actividad no se escondía. "Aquí se vendía droga prácticamente las 24 horas del día, e incluso a plena luz del día", afirma una vecina que, como muchos, prefiere mantener el anonimato por miedo a represalias.

Sin embargo, esta situación no es nueva. Los vecinos aseguran que llevan años conviviendo con el tráfico de drogas, ya que este problema existe desde antes de la pandemia.

Los vecinos están en alerta. Telemadrid

No obstante, la preocupación no solo viene del narcotráfico, sino también del aumento de personas drogodependientes que merodean por la zona.

Tal y como explica esta vecina, "esto es una pasarela de zombis, no sabes cómo va a responder esta gente con nosotros", un sentimiento que se ha vuelto muy común entre los residentes en la zona.

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La mujer asegura que viven "con miedo" y que la situación es "muy horrible", y es que el miedo de estos vecinos reside en que "cada vez que lo quitan, vuelven otra vez".

Esa inseguridad se ha convertido en parte del día a día de los vecinos. Pues aunque la operación policial ha sido un paso importante, la mayoría teme que el problema aún no haya terminado.

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No obstante, la intervención de la Policía Nacional ha sido bien recibida, pero los residentes son conscientes de que no es suficiente.

La preocupación sigue viva, especialmente entre las familias con hijos pequeños, que evitan pasar por ciertas calles o dejar a los niños jugar en la calle.