Primeras palabras de Francesca Thyssen tras el anuncio de su boda: "Este momento es profundamente emotivo"

La coleccionista de arte Francesca Thyssen (66 años), única hija entre los cuatro varones del barón Thyssen, ha anunciado que se casará el próximo mes de octubre con su prometido, Markus Reymann (49), responsable de la TBA21–Thyssen-Bornemisza Academy, que forma parte de la fundación internacional de arte y promoción cultural creada por la propia Francesca en 2002.

"Mientras nos preparamos para celebrar nuestra boda este octubre, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento por las cálidas felicitaciones y el amable apoyo que hemos recibido de amigos, compañeros y de las muchas comunidades de las que tenemos el privilegio de formar parte", ha declarado la pareja en un comunicado difundido a través del museo de Francesca este lunes, 5 de mayo. 

El enlace tendrá lugar en Venecia el próximo otoño, tal y como avanzaba en exclusiva LOC, y ambos han querido compartir unas palabras de gratitud con todos aquellos que les han felicitado: "Este momento es profundamente emotivo y significativo para nosotros y para nuestras familias", han añadido.

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Francesca Thyssen y Markus Reymann en una fotografía en el museo que dirigen.

En estas líneas del comunicado, la pareja ha querido manifestar su intención de mantener en la más estricta intimidad los detalles de su matrimonio. "Pedimos amablemente que se respete la privacidad de la ceremonia y de los eventos relacionados, para que podamos compartir este tiempo en paz e intimidad con nuestros seres queridos", han expresado.

Asimismo, han compartido los motivos que los han llevado a dar este paso: "Fue nuestra pasión compartida por el océano lo que nos unió en un principio, y ambos tenemos la profunda convicción de que la creatividad tiene el poder de cambiar el mundo".

Como fundadora de TBA21, Francesca Thyssen-Bornemisza, junto con los codirectores Markus Reymann y Rosa Ferré, ha dedicado su vida a impulsar colaboraciones pioneras entre artistas, científicos, ambientalistas y responsables políticos. Su objetivo: no solo imaginar un mundo mejor, sino trabajar activamente para hacerlo realidad.

Además, confirman su compromiso: "Seguimos firmes en nuestro compromiso compartido con las artes, con las prácticas regenerativas y con la defensa del océano, y esperamos continuar este trabajo juntos, inspirados y fortalecidos por el amor y el apoyo que nos rodean", concluye el comunicado, que cierra con un profundo agradecimiento.

La hija del barón Thyssen se casará el próximo mes de octubre con Reymann, un alemán cuyo sueño inicial era convertirse en actor, pero que finalmente decidió orientar su vida hacia la protección del mar, los océanos y el medio ambiente. Nacido en Escocia, Markus pasó una temporada en la casa de su abuela, lo que le permitió desarrollar una profunda conexión con el mar, algo que explicó en una entrevista con Vanity Fair.

Francesca Thyssen en un acto público. Gtres

"Crecí en Alemania central, rodeado de ciudad y de bosques, y el mar escocés era tan distinto de todo eso que se quedó grabado a fuego en mi memoria", explicó entonces, justificando así el origen de su vocación ecologista. De hecho, llegó a ser nadador semiprofesional.

Desde que comenzó su relación con Francesca, el arte contemporáneo forma parte esencial de su vida, y su compromiso con el medioambiente se ha canalizado a través de diversas iniciativas, entre ellas Ocean Space, una institución dedicada al océano con sede en Venecia, ciudad en la que sellarán su unión como marido y mujer.

Según ha informado LOC en exclusiva, las invitaciones de boda aún no han sido enviadas a los amigos y familiares de la pareja. No obstante, todo apunta a que Borja Thyssen (45) y Blanca Cuesta (51) estarán entre los invitados, ya que Francesca ha demostrado públicamente en varias ocasiones el cariño que les tiene.

La hija del barón Thyssen volverá a casarse a los 67 años. En 1993 contrajo matrimonio por primera vez en un santuario con el archiduque Carlos Habsburgo-Lorena (64), nieto del último emperador de Austria y rey de Hungría y Bohemia. La boda reunió a infinidad de invitados y Francesca vistió un diseño de Versace. La ceremonia fue oficiada por el arzobispo de Viena. Finalmente, en 2003, la pareja decidió tomar caminos distintos y se separaron de forma amistosa, aunque no formalizaron el divorcio hasta 2017.