Mati Irles y la ciudad de Alicante

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Economía

Mati Irles, experta inmobiliaria: "Cada vez más propietarios retiran su vivienda del mercado del alquiler"

Desde Asicval Alicante alertan de una falta de oferta generalizada, y señala la inseguridad jurídica como uno de los principales frenos.

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Alicante
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El número de viviendas en alquiler en la provincia de Alicante se está reduciendo de forma preocupante.

Así lo advierte la delegada de la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (ASICVAL) en Alicante, Matilde Irles, quien atribuye esta situación a la creciente inseguridad jurídica y a la entrada en vigor de normativas más restrictivas.

"Las nuevas leyes han hecho que muchos propietarios saquen sus viviendas del mercado", afirma Irles. Lejos de fomentar el arrendamiento, estas medidas han generado desconfianza y miedo a posibles impagos o a procesos de desahucio eternos.

Un mercado tensionado

La advertencia de Irles llega en un momento en el que la crisis de la vivienda se intensifica en toda la provincia. El problema ya no se limita al acceso a un alquiler asequible: también escasean las viviendas en venta, y los precios se han disparado tanto en compraventa como en arrendamiento.

Según el portal inmobiliario Idealista, el precio medio de venta en la provincia de Alicante alcanza actualmente los 2.464 euros por metro cuadrado. En mayo de 2020, esta cifra era de 1.600 euros, lo que supone un aumento superior al 50 % en apenas cinco años.

En cuanto al alquiler, el coste medio se sitúa en 11,3 euros por metro cuadrado, frente a los 7,2 que se pagaban en 2020. Estas cifras confirman una tendencia inflacionista que está expulsando a muchas personas del mercado residencial, sobre todo en las zonas más turísticas.

Desde EL ESPAÑOL de Alicante, hemos hablado con Matilde Irles para entender mejor la raíz de este problema y qué consecuencias puede tener a corto y medio plazo para los alicantinos.

Menos alquileres, más incertidumbre

"El alquiler está peor que antes", asegura Irles con rotundidad. A la falta de producto se suma el temor de los propietarios a verse atrapados en situaciones difíciles. "Cada vez es más difícil desalojar a un inquilino en caso de impago. Puedes tirarte años con el proceso de desahucio", explica.

Ante este panorama, algunos propietarios optan por soluciones intermedias, como el alquiler por habitaciones. Pero según la delegada de ASICVAL, esta opción tampoco resulta práctica a largo plazo.

"No es cómodo ni para el propietario ni para el inquilino. Hay más conflictos de convivencia y, al final, el dueño se cansa". La consecuencia más habitual: venta del inmueble o mantenerlo vacío.

Escasez de viviendas

La presión no se limita al alquiler. También en la compraventa se vive un fuerte desequilibrio. "Ahora mismo hay poca oferta de viviendas en venta. Escasea el producto y eso, sumado al gran número de inmobiliarias abiertas, hace que repartir ese mercado limitado sea aún más difícil", señala Irles.

Esta situación ha generado lo que ella denomina una "media burbuja inmobiliaria", con incrementos de entre el 35 % y el 40 % en algunos puntos del litoral.

"Los compradores acaban aceptando precios desorbitados porque no hay alternativas. Es un bucle que se retroalimenta", afirma.

Por si fuera poco, la promoción de obra nueva tampoco avanza al ritmo necesario. "Hoy en día no siempre sale rentable construir. Por eso necesitamos más promoción de vivienda nueva, para reactivar el mercado", subraya Irles.

Agencias inmobiliarias

Otro de los factores que preocupan a la delegada de ASICVAL es la proliferación de agencias inmobiliarias sin los controles necesarios. "Hay muchas inmobiliarias que no deberían estar operando. Agentes sin oficina física que trabajan sin garantías. Esto es algo que debería regularse con urgencia", reclama.

La falta de regulación y profesionalización, asegura, perjudica tanto a los clientes como al propio sector. "La transparencia y la profesionalidad son claves para recuperar la confianza", sentencia.

Zonas menos populares

La falta de opciones ha llevado a que algunas personas se interesen por barrios tradicionalmente menos demandados, o directamente a trasladarse a otros municipios más pequeños con precios más bajos.

"Es verdad que algunas personas que no se lo planteaban antes ahora lo hacen porque no tienen alternativa", reconoce Irles.

Aunque también matiza: "El mercado es amplio y hay público para todo. Pero quien no quiere vivir en esa zona simplemente esperará o se desplazará a otro lugar". Irles pone de ejemplo a los jóvenes, que cada vez son más los que compran en otras localidades.

Mirando al futuro

De cara al futuro, Irles es clara en sus propuestas: más construcción de vivienda nueva y una legislación más favorable y clara para los propietarios.

Además, insiste en la necesidad de un marco regulador más estricto para las agencias inmobiliarias, que garantice una atención profesional y transparente al ciudadano.

"Necesitamos que se construya más, pero también que se legisle mejor", concluye. Un mensaje claro que alerta sobre un mercado cada vez más tenso y excluyente, y que reclama soluciones estructurales para evitar que el acceso a la vivienda en Alicante se convierta en un privilegio reservado a unos pocos.