
Ilustración: Tomás Serrano
Polonia advirtió a Rutte de que no aceptaría "una excepción para España" porque supondría "una ruptura de la OTAN"
Varsovia sugiere que si Madrid no cumple hoy con el este, no espere que otros cumplan mañana con el sur. Rutte promete defender "cada pulgada de los aliados", pero a Ceuta y Melilla no llega oficialmente el paraguas OTAN.
Más información: Sánchez llega debilitado a La Haya tras desmentir la OTAN que está eximido de subir al 5% el gasto en defensa
Polonia lanzó el lunes una advertencia directa contra el intento del Gobierno español de desmarcarse del nuevo objetivo del 5% del PIB para gasto en Defensa de la OTAN. El ministro de Defensa polaco, Władysław Kosiniak-Kamysz, dijo que "cualquier excepción para España está injustificada" y que aceptar un trato de favor pondría "en riesgo la unidad" de la Alianza.
La presión de Varsovia fue respaldada, de puertas adentro, por otras capitales del este. Todas ellas alertan de que, si España recibiera una exención, como anunció Pedro Sánchez el pasado domingo, se abrirá la puerta para que otros Estados miembros pidan lo mismo.
De hecho, el primer ministro belga, Bart De Wever, se mostró interesado este lunes en la posibilidad de recibir un trato similar durante la cumbre que comienza este martes en La Haya. Y además de Bélgica, Kosiniak-Kamysz citó también los nombres de Portugal e Italia, otros aliados que se han mostrado renuentes a la exigencia impuesta por Donald Trump.
Según fuentes cercanas a la OTAN consultadas por EL ESPAÑOL, Polonia estaba lanzando un mensaje muy claro a Mark Rutte, secretario general de la Alianza: si España no cumple hoy con sus compromisos en el flanco este, no podrá exigir mañana que los demás se comprometan con el flanco sur.
Marruecos o el Sahel
Esa sugerencia afecta de lleno a la defensa de Ceuta y Melilla, dos enclaves españoles en el norte de África que Marruecos considera parte integral de su territorio. Las dos ciudades autónomas, además, no están protegidas expresamente por el artículo 5 del Tratado de Washington.
"España insiste en lo que llamó la 'visión 360 grados' de la OTAN", que fue incluida por primera vez en el concepto estratégico de Madrid, pactado en la cumbre de 2022 en la capital de España. "Pero no puede pedir compromiso si no cumple su parte primero", explican esas fuentes.
Lo cierto es que Madrid nunca ha utilizado el argumento de las reclamaciones marroquíes sobre Ceuta y Melilla para reclamar a la Alianza más atención al flanco sur, sino el de la desestabilización creciente en el Sahel.
La franja al sur del Sáhara que recorre desde Mauritania hasta Sudán está ocupada por milicias yihadistas, golpes de Estado constantes, guerras civiles por los recursos y mercenarios rusos alentando los conflictos. Además, numerosas empresas chinas han tomado posiciones de beneficio comercial.
Pero a nadie se le escapa que las relaciones de España con Marruecos, siempre conflictivas, hoy tienen un nuevo elemento: la Administración Trump privilegia su alianza con Rabat frente a Madrid, más aún por el enfrentamiento directo de Sánchez con el presidente estadounidense.
Sin embargo, desde la OTAN se advierte que estas amenazas "indudables", y relacionadas con los mismos enemigos del este, lo que hacen es "abundar más" en la necesidad de "aumentar decisivamente" el gasto militar de todos los aliados.
Tensión en La Haya
Por eso, que Varsovia usara esta baza, con un lenguaje diplomático sibilino, da cuenta del malestar que se instaló en la OTAN tras la comparecencia de Sánchez este domingo, anunciando un "acuerdo" con Rutte.
Con toda la prensa europea haciéndose eco de sus escándalos de corrupción, en los pasillos del cuartel de la Alianza en Bruselas, muchos diplomáticos consideran que Sánchez intenta utilizar la tensión geopolítica como una cortina de humo.
"Está buscando un enemigo externo que cohesione a su Gobierno", dice una fuente aliada. "Tras el desgaste de los escándalos de corrupción, necesita una causa que lo mantenga a flote políticamente".
A eso se suma una mala relación buscada con Trump. Fuentes del Partido Popular afirman que Sánchez busca una confrontación directa con el presidente de Estados Unidos: "Quiere su momento Zelenski", explican, en referencia al episodio en el que el presidente ucraniano se enfrentó con Trump en el Despacho Oval a finales de febrero.
Pero la jugada puede salirle mal. Rutte desmintió categóricamente cualquier "acuerdo", porque "la OTAN no llega a acuerdos con sus Estados miembros", aclaró en rueda de prensa. "España ha firmado, como todos los aliados, el compromiso del 5% del PIB y se ha comprometido con los objetivos de capacidades asignados".

Mark Rutte, secretario general de la OTAN, este lunes, en la rueda de prensa previa a la cumbre de La Haya.
El secretario general explicó que "Madrid cree que los cumplirá invirtiendo un 2,1%, pero nosotros, la OTAN, estamos convencidos de que precisarán del 3,5%", añadió en referencia a la parte de gasto "duro" en defensa, al que hay que añadir un 1,5% más en capacidades "adyacentes".
Trump quiere negocio
Por otro lado, el texto firmado por los embajadores aún debe ser discutido por los líderes, este miércoles en el plenario del Consejo Atlántico.
Ahí será donde Trump exija, de palabra, que todos los aliados eleven su gasto en Defensa hasta el 5% del PIB. Antes de la cumbre, ya lo ha hecho bajo la amenaza de retirar las garantías de seguridad de Washington.
Lo cierto es que otra fuente cercana a la OTAN asegura que "EEUU es el primero que no tiene intención de llegar" a esa cifra. El Gobierno Trump destina actualmente un 3,38% de su PIB y, de hecho, planea recortar su presupuesto militar.
"La cifra del 5% se la sacó Trump de la manga", señala esta fuente. "El objetivo real es presionar a los aliados para que compren más armamento estadounidense".
Y ésa era, precisamente, una de las argumentaciones de Sánchez en su carta del jueves pasado: que la industria europea quedaría debilitada y, con ella, la Alianza en sí misma.
En esto coinciden numerosas fuentes consultadas y hasta la oposición en España. Ni siquiera el PP ha criticado a Sánchez por negarse al 5%, sino por "engañar a los españoles, vendiendo un acuerdo que no existe y tratar de encontrar en Trump un enemigo que le ayude a reunificar a sus socios, que huyen de él por sus escándalos".