El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López durante su intervención en la clausura de V Congreso de la Federación de Servicios a la Ciudadanía.

El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López durante su intervención en la clausura de V Congreso de la Federación de Servicios a la Ciudadanía.

Columnas CONVOCATORIA EXTRAORDINARIA

Óscar López, la bomba lapa de la democracia

Si un ministro responsable de la función pública utiliza su posición para amenazar a los funcionarios que tienen la misión de controlar al Gobierno, ¿qué no hará su presidente?

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Usted es ministro. Lee el periódico El Plural. La noticia es gravísima. Se acusa a Juan Vicente Bonilla, capitán de la Guardia Civil, de querer colocar una "bomba lapa" en los bajos del presidente del Gobierno.

A usted esto le suena a golpe de Estado. Usted es ministro de Transformación Digital y de la Función Pública. Usted conoce las consecuencias que esos hechos podrían tener.

Usted conoce también por el cargo que ocupa el peligro de la desinformación y el deber de contrastar las fuentes.

Óscar López.

Óscar López.

Usted sabe que su función pública no es estar en primera línea de batalla. Sabe que sirve a todos los españoles y que una sociedad propensa a la agitación necesita confianza en las instituciones y en sus ministros.

Eso es la función pública que usted se encarga de regular. Gracias a la existencia de los funcionarios, el Estado no se vuelve loco cada vez que hay unas elecciones. La función pública nos libra en gran medida de los aventureros, los ególatras y los tiranos de medio pelo.

Usted es ministro de Transformación Digital, usted es ministro de la Función Pública. Usted sabe que los funcionarios nos salvan de las veleidades de los políticos. A usted nunca se le ocurriría atacar en público a la Guardia Civil, ¿verdad?

Y entonces ¿qué haría usted si ve esa noticia publicada en El Plural?

Olvídese. Por desgracia usted no es Óscar López. Usted, y cualquier persona con sentido de Estado, hubiese hecho exactamente lo contrario de lo que está haciendo el ministro.

Lo que sí hizo Óscar López fue esto.

Vio la información difundida el pasado viernes en la que se filtraban unos chats deliberadamente mutilados para dar la impresión de que un responsable de la UCO pretendía asesinar al presidente.

Óscar López vio, además, que esa persona era hora capitán de la Guardia Civil y trabajaba en la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso. Y entonces decidió darle la máxima difusión posible al bulo.

Al día siguiente ve que The Objective desmiente la información mostrando que el sentido real de la información era exactamente el contrario al del bulo. Rodrigo Blázquez, director de La Sexta Noticias, no tardó en pedir perdón y decir que lo que había pasado era "una mierda".

Óscar López lo vio con toda seguridad. Ya sabemos que está muy pendiente de los digitales. Pero todavía el domingo se mantuvo en su posición y dijo que había que mandar a la cárcel al capitán Juan Vicente Bonilla que, según él, se mueve en un "inframundo cloaquero".

El lunes, el ministro seguía sin pedir disculpas por haber dado crédito a una acusación de magnicidio contra la Guardia Civil. Y se justificaba diciendo que sólo se ha hecho eco de una noticia. Una noticia que era falsa, desmentida por el propio medio, y cuyo contenido manipulado es gravísimo.

Pero para él sigue siendo "noticia".

Que lo que usted y yo, un director de informativos serio, y cualquier otra persona mínimamente decente, hubiésemos hecho sea exactamente lo contrario de lo que ha hecho Óscar López, nos da la medida de la posición en la que ha decidido situarse el gobierno de Pedro Sánchez.

Y, por tanto, nos hace desconfiar profundamente de cualquier reforma que pretendan hacer sobre calidad democrática, transparencia en la información e independencia de los órganos de control.

Si un ministro responsable de la función pública utiliza su posición para amenazar a los funcionarios que tienen la misión de controlar al Gobierno, ¿qué no hará su presidente?

Óscar López, El Lapa, está permanentemente en campaña. Su misión cloaquera no es derrotar a Isabel Díaz Ayuso en las urnas, cosa que no hará nunca, sino hacer estallar los bajos de la democracia para hacer impracticable la alternancia política.

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