
Dos paseantes este miércoles por la Explanada de Alicante.
Alicante, pendiente de los puestos rebeldes que pagaban 23 € por ocupar la Explanada: esto cuesta desmontar
La retirada de las casetas que obstaculizan el emblemático paseo ya ha superado el límite inicial previsto.
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La Explanada de Alicante espera la retirada definitiva de las casetas que la han ocupado por más de 40 años pagando 23 euros al mes. La mitad de ellas ya está fuera, pero aún quedan las que están apurando plazos.
La caducidad de la autorización para la ubicación de los puestos en la Explanada llegó el 15 de enero, como apuntaba a finales de diciembre la concejala de Ocupación de Vía Pública, Cristina Cutanda, y esa era la fecha límite para desmontar.
Más de un mes después, son 15 las casetas que aún entorpecen el paso en el emblemático paseo. Y el Ayuntamiento se ha fijado este domingo como el plazo final para retirarlas. ¿A qué precio?
El consistorio ha realizado un cálculo del coste que supondría retirar los puestos, en caso de que se supere de nuevo la fecha prevista. Según estas estimaciones, la cifra estaría en torno a los 33 000 euros.
Esta cantidad se dividiría entre cada uno de los vendedores que tenían la licencia caducada y serían estos quienes tendrían que asumir ese coste que asumen inicialmente las arcas públicas de no desmontar.
¿Por qué se ha llegado a esta situación? Los comerciantes querían seguir manteniendo su actividad económica en uno de los paseos más concurridos de la ciudad. Los carteles en sus puestos aún recuerdan esto: "Queremos trabajar hasta el 2026".
A pesar de las diversas prórrogas a estos negocios que pagaban un canon acordado de 23 euros al mes, la intención era continuar en un lugar privilegiado. Durante el último año las negociaciones con el Ayuntamiento se han sucedido para que este les ofreciera una nueva ubicación.
Y en ese camino no ha habido acuerdo. Fuentes municipales recuerdan que "el Ayuntamiento siempre ha tendido la mano a los vendedores para buscar una nueva ubicación".
Así se fueron sucediendo propuestas como la playa del Cocó, que era la deseada por los propios comerciantes. Y luego en la intermediación con el Puerto, que es quien autoriza el uso en terrenos dependientes del Estado, como la avenida del Almirante Julio Guillén Tato, donde se encuentra el área infantil junto al paseo de la sala de exposiciones de La Lonja, hasta la anterior ubicación planteada en el espigón de El Postiguet.
La Explanada, uno de los espacios públicos más icónicos de Alicante, ya empieza a tener las vistas despejadas tras décadas de ocupación de unos comercios en los que había reducido la producción artesanal a la mínima expresión, sustituida por la venta de productos de importación, como apuntan fuentes municipales.