Un puente colgante de la Vía Ferrata de Guardamar del Segura. Alicante Aventura
El pueblo de Alicante con la ruta más atrevida: puentes colgantes de vértigo y vistas únicas
La Vía Ferrata de Guardamar del Segura es una de las mejores excursiones de la provincia para los amantes de la adrenalina.
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Los más aventureros pueden encontrar a lo largo de la provincia de Alicante diferentes experiencias para disparar su adrenalina. Uno de los mejores senderos para este tipo de excursionistas se encuentra en el pueblo de Callosa del Segura, que cuenta con una Vía Ferrata con puentes colgantes.
La Vía Ferrata de Callosa de Segura se encuentra en la Sierra del mismo nombre, en la vertiente sureste recayente al término municipal. Los senderos y recorridos discurren por el Paraje Natural de la Cueva Ahumada.
El sendero de acceso de la Vía Ferrata bordea un cementerio hasta llegar al tramo deportivo. La Vía Ferrata de Callosa de Segura está dividida en dos tramos, el primer tramo tiene una dificultad K3, en el que se han colocado las grapas de manera más sencilla para poder utilizarla como iniciación.
Este tramo empieza con unas pequeñas subidas y travesías que enseguida llega a un puente de madera de 26 metros, al cruzarlo hay que retomar unas rampas ayudados por cadenas y cables, superar un pequeño farallón rocoso y encontrar el puente de cadenas seguido de un puente mono y una travesía con desplomes, que da paso a la mayor subida del recorrido.Tras la subida aparece un puente tibetano de 33 metros desde el que se pueden observar los otros tres puentes superados por debajo. "
El segundo tramo es de dificultad K5, se accede justo al terminar la zona del tramo K3. "En primer lugar, nos encontramos una subida de más de 100 metros continua con algún pequeño desplome, esta nos sitúa en la cumbre del Polígono, donde tendremos unas maravillosas vistas de la Vega Baja del Segura. Desde aquí continuaremos por el cordal superando dos puentes mono de más de 20 metros, una pequeña bajada y nos encontramos el Gran Puente Colgante", explican desde el propio consistorio,
Desde aquí y pasando un pequeño puente y una cuevecita comienza el descenso continuado hasta la salida, que está tras un último puente Mono de 21 metros y superar los desplomes del final.
El recorrido total de este tramo es de 685 metros y el tiempo para recorrerlo es de unas dos horas, según informan desde el municipio, que advierte a los excursionistas que eviten dar gritos, intenten pasar desapercibidos y tengan cuidado con la caída de piedras.
