
David Santacreu, con su halcón 'Sheik'.
David, cetrero en Alicante, de la "esclavitud elegida" con las aves rapaces al "mucho daño de modas como Harry Potter"
El experto presenta este viernes en Terra Natura una pequeña exposición que reivindica la importancia de estas especies en la seguridad de nuestra sociedad.
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David Santacreu vive en la "esclavitud elegida" por su pasión por la cetrería. Este viernes la vuelve a demostrar con la inauguración en Terra Natura de una pequeña exposición que reivindica la importancia de las aves rapaces en la seguridad de nuestra sociedad. Y si reivindica la divulgación de un oficio milenario, también alerta del peligro de las modas, como la que llegó con Harry Potter y las lechuzas como mascotas.
La que acompaña a David desde hace once años es Sheik, un halcón sacre que ya tiene más años de lo que podría vivir esta especie en libertad, como asegura el también profesor honorífico en la Universidad Miguel Hernández. Y con ella entendió las palabras de Félix Rodríguez de la Fuente, el impulsor de la vuelta de la cetrería a España, sobre las obligaciones autoimpuestas.
"La cetrería no es tengo un animal el fin de semana, me voy a disfrutarlo y a volarlo, y entre semana lo dejo", razona, "condiciona la vida del halconero o de cetrero". Al asumirlo hay que dar "la mayor garantía al ave de presa de tener una vida similar a la que tendría en la naturaleza: volando en libertad con oportunidades de realizar ataques de caza".
David, que vive en Mutxamel y trabaja en la ciudad de Alicante, debe tener en cuenta al planificar su día a día el tiempo que necesita para llevar a Sheik a volar. Y no vale cualquier sitio. "Tiene que ser a unas horas que tengas luz, estar en zona donde no haya problemas con cables eléctricos" ni tampoco con otro arraigado oficio con aves en la Comunitat Valenciana, la colombicultura.
Por eso recalca que al comprar una rapaz hay que ser consciente de que "no es una mascota al uso que tengo que bajarla tres veces, pero dando una vuelta a la manzana o a cualquier hora".
Y en esa línea aconseja plantearse "si se está dispuesto a cambiar tu vida, adaptar tu trabajo, probablemente tu lugar de vivienda, incluso tus vacaciones, a los ritmos biológicos del ave con el que tienes que establecer una relación y un compromiso de por vida".
Su halcón sacre ya ha superado su primera década y podría llegar otra más, un factor que David celebra. "En la cetrería árabe se les denomina Sacres Atalaya cuando ya superan la decena de años", explica, "y se les atribuía una visión excepcional, muy por encima de la media de los halcones, por haber sobrevivido tanto tiempo en las duras condiciones del desierto."
"Estamos ante una verdadera máquina óptica de la naturaleza en su máxima expresión, superando incluso la visión de las águilas y de otra rapaces", señala orgulloso. Esa capacidad es la que se aprovecha actualmente en sitios como los aeropuertos, para proteger el despegue y aterrizaje de los aviones.
En el aeropuerto de Alicante Elche Miguel Hernández, "la cetrería es una medida estrella para lograr esta misión" porque "ha demostrado ser un método eficaz para disuadir, mediante el uso de halcones principalmente, el tránsito de otras aves por el campo de vuelo y minimizar así los riesgos de un impacto".
Esa función es la que David, siempre dispuesto a promover la cetrería, destaca en esta exposición que a partir de ahora estará en Terra Natura tras salir de ese mismo aeropuerto. "Hay que intentar mantener los valores que realmente son los originarios de la cetrería", concluye, " la más pura y libre alianza que se fortalece entre un animal y la complicada técnica de caza empleada por el hombre".