
Manolo Galán, miembro de ASJUBI40.
Manolo Galán, jubilado: "Señores del Gobierno y señores políticos, ¿hasta cuándo nos vais a tener con esta injusticia?"
Manolo Galán representa a los miles de jubilados que, tras cotizar durante más de 40 años, afrontan recortes permanentes en sus pensiones.
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Manolo Galán no es una figura pública ni un líder sindical con despacho propio. Es un jubilado más, una de las miles de voces que componen el colectivo de afectados por los coeficientes reductores aplicados a las pensiones de quienes, tras décadas de trabajo, se vieron obligados a jubilarse de forma anticipada.
Su caso no es excepcional: fue jubilado a los 61 años y medio tras más de 46 años cotizados, y hoy vive con una pensión recortada permanentemente en un 21%.
Galán forma parte de ASJUBI40 (Asociación Jubilación Anticipada sin Penalizar con 40 Años o Más Cotizados), una plataforma que lucha por una causa sencilla y justa: el reconocimiento pleno de las carreras laborales largas y la eliminación de las penalizaciones permanentes en sus pensiones.
Un castigo permanente
Desde hace años, este colectivo denuncia una paradoja en el sistema de pensiones: quienes han cotizado más de 40 años (a menudo empezando a trabajar desde muy jóvenes) son castigados con recortes por no alcanzar la edad legal de jubilación, aunque esa salida del mercado laboral haya sido forzosa.
El problema, aseguran, no es solo técnico, sino también político y representativo. Una de las principales quejas de ASJUBI40 es la exclusión de los jubilados de la Mesa de Diálogo Social, donde se debaten y acuerdan reformas clave del sistema.
Galán lo plantea de forma directa: "¿Por qué en la Mesa de Diálogo Social están representados los sindicatos mayoritarios, la CEOE, CEPYME, y no hay ningún representante de los pensionistas?"
El argumento central de esta reivindicación es claro: no se puede penalizar de por vida a quienes ya han cumplido con creces su parte del contrato social.
Estas personas han contribuido de manera constante al desarrollo de la sociedad, trabajando y cotizando durante más de cuatro décadas.
En palabras del propio Galán: "Somos casi 900.000 afectados, y algunos ya se van quedando en el camino." La cifra es contundente: casi un millón de personas sufren esta situación, y cada año que pasa, muchos fallecen sin haber visto justicia ni reparación.
Hace casi un año, ASJUBI40 presentó una Proposición de Ley en el Congreso. La iniciativa buscaba precisamente acabar con los coeficientes reductores aplicados de forma permanente a quienes, habiendo cotizado al menos 40 años, se vieron obligados a jubilarse antes de tiempo.
Sin embargo, hasta la fecha, no han recibido respuesta. Esa demora alimenta el malestar y la desconfianza hacia las instituciones. "Señores del Gobierno, señores políticos, señores representantes del pueblo, ¿hasta cuándo nos vais a tener con esta injusticia?" pregunta Galán, con una mezcla de frustración y dignidad.
Una cuestión de equidad
El caso de ASJUBI40 va más allá de una cuestión meramente económica. Se trata de una situación que involucra consideraciones de equidad y reconocimiento hacia personas que han contribuido durante décadas al desarrollo del país. Atender sus planteamientos permite revisar un modelo que actualmente genera diferencias en el trato a quienes han acumulado largas trayectorias laborales.
En un escenario marcado por el envejecimiento de la población y el debate sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones, resulta pertinente fomentar espacios de diálogo en los que los propios afectados puedan participar de manera directa.
Ofrecer una respuesta a las demandas de ASJUBI40 no solo supondría una posible corrección de desequilibrios existentes, sino que también contribuiría a reforzar los principios de inclusión y cohesión social en el diseño de políticas públicas.