Dra. Esperanza Gadea

Dra. Esperanza Gadea Ribera Salud

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Esperanza Gadea, ginecóloga: "Hemos visto un repunte de infecciones sexuales en mujeres entre los 45 y 60 años"

Esta doctora de Ribera Hospital de Molina advierte sobre el VPH, y ofrece consejos prácticos para su detección y prevención.

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Alicante
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Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) ya no son solo cosa de jóvenes. Así lo advierte la doctora Esperanza Gadea, ginecóloga y obstetra en Ribera Hospital de Molina, quien confirma que en los últimos cinco años se observa un incremento significativo de casos, especialmente a partir de los 45 años.

Un fenómeno que, según explica, coincide con la etapa en que muchas mujeres se separan o inician nuevas relaciones tras un divorcio.

"Hemos notado un repunte importante porque la mayoría de estas pacientes no usan preservativo. Al estar en la menopausia, no temen un embarazo y olvidan que siguen siendo vulnerables a las infecciones", señala la especialista.

El VPH, un viejo conocido

Entre las enfermedades que más preocupan figura el virus del papiloma humano (VPH), cuya prevalencia también se ha disparado en este grupo de edad.

El VPH es uno de los virus de transmisión sexual más comunes y peligrosos, ya que puede provocar desde verrugas genitales hasta cáncer de cuello de útero.

"Se transmite con cualquier tipo de contacto sexual, no solo con coito, también en relaciones orales o anales", aclara Gadea. El virus afecta sobre todo al cuello del útero, aunque también puede encontrarse en la vulva o la vagina.

La doctora recuerda que, aunque en la mayoría de los casos el sistema inmunitario elimina el virus de forma natural, -"un 70% de las mujeres lo superarían sin tratamiento"-, hay un porcentaje que necesita intervención médica.

En estos casos, se recurre a procedimientos como la conización, que consiste en extirpar una pequeña parte del cuello del útero, o tratamientos con láser y cremas regeneradoras.

Además, Gadea también menciona la vulnerabilidad de estas mujeres por causas biológicas. "La bajada de estrógenos en la menopausia y en la premenopausia hace que la mucosa vaginal esté más debilitada y es mucho más propensa a coger infecciones", afirma.

La vacuna, como escudo

Gadea subraya la importancia de la vacunación para frenar esta epidemia silenciosa. "Es la única vacuna que ha conseguido casi erradicar el cáncer de cuello de útero en el mundo a causa de esta infección", destaca.

Actualmente, la vacuna se recomienda no solo a adolescentes, sino también a adultos hasta los 45 años, tanto hombres como mujeres. "Incluso pacientes que ya han tenido lesiones pueden beneficiarse de la vacuna", añade.

Prevención y detección

Además de la vacunación, la ginecóloga insiste en el uso del preservativo, tanto masculino como femenino. "Muchas mujeres desconocen la existencia del preservativo femenino, que cubre la vagina y la vulva y es fundamental para la protección", apunta.

Entre los síntomas de alerta que deberían hacer sonar las alarmas, Gadea menciona lesiones en la vulva o vagina, flujo alterado, sangrado durante las relaciones sexuales y la aparición de bultitos en la ingle. "Cualquier flujo que no sea transparente o cualquier lesión debe consultarse de inmediato", advierte.

Las pruebas para detectar estas infecciones van más allá de los clásicos análisis de sangre para el VIH o la hepatitis. Según explica, las citologías y exudados vaginales permiten identificar virus, bacterias e incluso hongos, aunque aclara que estos últimos no siempre se transmiten sexualmente.

"Ahora incluso estamos implantando la autotoma en la región de Murcia, para que las mujeres puedan recoger su propia muestra en casa y llevarla al centro de salud", explica.

Hábitos que refuerzan las defensas

Por último, la doctora recomienda adoptar hábitos de vida saludables para fortalecer el sistema inmunitario.

"Evitar el tabaco, el alcohol y el exceso de carnes rojas y apostar por frutas y verduras frescas es clave para prevenir no solo las infecciones, sino también las lesiones más graves asociadas al VPH", concluye.