
Irene Rodrigo y María Borrero, fundadoras de Alhaja Cult Store Alhaja
Irene y María, jóvenes emprendedoras: "Fue un honor que la reina Letizia escogiera llevar nuestros pendientes"
Alhaja Cult Store se ha convertido en una de las marcas de moda de referencia en el panorama nacional de la mano de una sevillana y una zaragozana.
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Una historia que nació entre los entresijos de Inditex y ha acabado con la creación de una de las marcas de joya con mayor potencial del territorio español. Con aire maño por parte de Irene Rodrigo y sevillano por María Borrero se han labrado un lugar en el mercado de la moda con su marca Alhaja Cult Store.
Aunque estas jóvenes vienen curtidas ya que labraron parte de su carrera en el departamento comercial -Irene- y de diseño -María- de la marca de Amancio Ortega. "Aprender de Zara es lo mejor que nos ha pasado, y esta experiencia profesional junto con nuestros valores, habilidades, creatividad y constancia ha hecho posible que hoy Alhaja sea referente", detalla María. Para Irene, su paso por este gran conglomerado fue una "escuela brutal".
El ritmo frenético de una empresa como Zara lo han transformado en lo que fue una "necesidad personal y vital" en lo que se conoce hoy como 'slow fashion': "Lo que pudo empezar como una necesidad creativa forjó también una convicción empresarial, fruto de replantearnos los ritmos, la sostenibilidad, la forma de consumir", reflexiona Irene. Con esto, estas emprendedoras lo que buscaban era crear piezas "que duraran y emocionaran" como bien añade María a las palabras de su compañera.

Colección de Alhaja Cult Store Alhaja
Por todo ello, ellas mismas reconocen que Alhaja nace como "una respuesta a todo lo que habíamos vivido" tanto en sus experiencias particulares, como juntas en Inditex y cuando crearon un estudio de diseño para otras marcas. Así, iniciaron su andadura con su proyecto en 2019 con unas convicciones que se relacionan con la sostenibilidad, ética comercial y sus propios tiempos, aunque María reconoce que "no es precisamente un camino cómodo". "Siempre tuvimos claro que queríamos hacer las cosas bien y crecer orgánicamente. Apostamos por la calidad y la artesanía, y eso exige tomar decisiones valientes", admite.
Los valores que constituyen su marca también se ven reflejados a la hora de la producción. Tal y como cuentan, se realizan en talleres y fábricas en España "con un saber hacer trasmitido por generaciones": "Manos expertas que dan forma a cada pieza con muchísimo cuidado, manteniendo vivas técnicas tradicionales de un oficio que sentimos como parte de nuestro patrimonio cultural", expresa Irene.
"Aprender de Zara es lo mejor que nos ha pasado"
Pero antes de llegar a ello, todas sus piezas siguen un camino de creación propio que nace de ellas desde el primer boceto hasta el molde final. La singularidad de sus piezas hace que "la gente las reconozca porque tienen una personalidad muy marcada", expresa María.
Y es que su marca se diferencia por su concepto que rige sus colecciones a través del folclore, donde se ve arraigada la parte sevillana que aporta María ya que como ella misma dice "en Sevilla se respira arte por todas partes". Sin olvidar las raíces mañas de Irene: "En Zaragoza tenemos una historia riquísima con muchas referencias culturales que nutren el contenido de Alhaja".
El talle especial de sus joyas no ha pasado desapercibido para iconos de la moda y para un nombre especial en el panorama español como es la reina Letizia. La Reina es conocida por apoyar a marcas españolas y lucirlas en eventos de gran envergadura. Además de acudir a la copa de la Reina de fútbol femenino que se celebró en Zaragoza el pasado año, la reina Letizia sorprendió a estas creadoras luciendo unos pendientes de su marca.
"Fue un honor que nos escogiera y muy emocionante porque es una mujer a la que admiramos profundamente", admite Irene. A lo que añade María: "Para nosotras es una señal de que lo que hacemos realmente conecta". La reina Letizia no es la única que ha lucido sus joyas ya que el icono de la moda internacional Chiara Ferragni lució uno de sus collares y se lo ha dejado ver en varias de sus instantáneas en su Instagram o las reconocidas Marta y María Pombo han llevado pendientes de sus colecciones.
Sin embargo, la propia María señala que esa emoción que les supone ver a figuras públicas con sus creaciones también les llega con el resto: "Nos emociona igual cuando una clienta nos escribe diciendo que llevó unos de nuestros pendientes el día de su boda, o que una hija regala un anillo a su madre".
El éxito de su marca se ha consolidado por su trabajo que ahora sostiene a diez personas que se dedican exclusivamente a la marca en apenas seis años. Aunque estas jóvenes no se rinden y ya miran al futuro: "Nuestro foco está en seguir expandiéndonos, pero sin perder nunca la esencia, que no se vaya ese mimo con el que empezamos a pesar de crecer tan rápido, que ese primer sueño y manifiesto siga siempre presente".