
Una crema de calabaza.
Saciante y con pocas calorías: la cena rica en antioxidantes y rápida que siempre hacía mi madre al llegar la primavera
La crema de calabaza al curry es una receta sencilla, saludable y llena de sabor, perfecta para disfrutar de un plato nutritivo en cualquier momento.
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- Total: 55 min
- Comensales: 4
La crema de calabaza al curry es una receta sencilla, nutritiva y perfecta para cualquier época del año. Su textura cremosa y su sabor ligeramente especiado la convierten en una opción deliciosa tanto para una comida ligera como para una cena reconfortante. Además, al utilizar ingredientes naturales como la calabaza, el caldo vegetal y el curry, ofrece una combinación ideal de sabor y beneficios para la salud.
La calabaza es un alimento muy completo, bajo en calorías y rico en fibra, antioxidantes y vitaminas, lo que la convierte en un ingrediente fundamental en cualquier dieta equilibrada. Al asarla previamente en el horno, se potencia su dulzor natural, aportando una base perfecta para esta crema tan especial. El toque de curry, por su parte, añade un matiz exótico y cálido que realza el plato sin resultar excesivamente picante, haciendo que guste tanto a mayores como a pequeños.
Esta receta, además de ser fácil de preparar, permite una presentación muy vistosa gracias a la decoración final con semillas de sésamo, almendras fileteadas y aros de cebolleta. Estos pequeños detalles no solo aportan un contraste de texturas, sino que también enriquecen su valor nutricional. Ideal para quienes buscan platos saludables y llenos de sabor, esta crema se convertirá en un imprescindible en tu recetario.
Ingredientes de la crema de calabaza al curry
- 1 kg de calabaza
- 300 ml de caldo vegetal
- 2 cebolletas
- 2 cucharaditas de semillas de sésamo
- 2 cucharadas de almendras fileteadas
- 3 dientes de ajo
- Sal
- Curry
- Aceite de oliva
Paso 1
Pelar la calabaza, eliminar semillas y filamentos, y cortar la pulpa en dados.
Paso 2
Colocar los dados de calabaza, los ajos sin pelar y las cebolletas lavadas en una bandeja de horno. Rociar con un hilo de aceite.
Paso 3
Asar en horno precalentado a 200 °C durante 30 minutos. Retirar y dejar templar.
Paso 4
Cortar en aros la parte verde tierna de las cebolletas y reservar para decorar. Trocear el resto de la cebolleta y pelar los ajos.
Paso 5
Triturar la calabaza asada junto a las cebolletas y los ajos hasta obtener un puré.
Paso 6
Añadir el caldo caliente y una cucharadita de curry al puré y cocer durante 10 minutos.
Paso 7
Tostar las almendras fileteadas sin aceite, retirar y aderezar con unas gotas de aceite y una pizca de sal.
Paso 8
Servir la crema caliente espolvoreada con las almendras, los aros de cebolleta reservados y el sésamo.
La calabaza es una hortaliza digestiva y repleta de propiedades beneficiosas para el organismo. Existen una gran cantidad de variedades de ellas, de diferentes tamaños y colores, pero todas ellas comparten el contar con una pulpa dulzona, una cavidad repleta de semillas y una piel dura que permite alargar su conservación.
Se trata de un alimento muy versátil, ya que se puede utilizar para muchas cocciones y preparaciones, pudiendo utilizar la calabaza en cremas, sopas, purés, flanes, pasteles, confituras, guarniciones y mucho más, además de poder cocinarla al horno, salteada, rehogada, hervida, gratinada…
Además de todo el sabor que ofrece en los platos, existe una amplia cantidad de beneficios que aporta para nuestro organismo. Destacamos algunos de los más importantes:
Fortalecimiento del sistema inmunitario
Las calabazas están repletas de una gran cantidad de vitaminas y minerales, y muchas de ellas pueden ayudar a pasar de la mejor manera posible la temporada de resfríos y gripe con problemas menores. La vitamina A puede fortalecer el sistema inmunitario y ayuda a combatir las infecciones.
Además, contiene vitamina C, que aumenta la producción de glóbulos blancos, mientras mejora la eficacia de las células inmunitarias y agiliza la cicatrización de las heridas, entre otras. Tampoco hay que olvidar que las semillas de calabaza aportan una enorme cantidad de nutrientes que favorecen también el sistema inmune, como el zinc.
Ayuda a conservar la agudeza visual
Además del betacaroteno, la calabaza aporta zeaxantina y luteína, dos potentes antioxidantes que han sido relacionados a través de diferentes estudios para poder disfrutar de una mayor capacidad visual. Se ha podido demostrar que la luteína ayuda a prevenir la degeneración macular, que es una de las principales causas de ceguera.
Los estudios también demuestran que los niveles altos de luteína y zeaxantina protegen los ojos contra los daños que pueden provocar en la salud ocular la luz ultravioleta.
Favorece la salud cardiovascular
La calabaza es una buena fuente de potasio, que ayuda a regular la presión arterial al ser capaz de contrarrestar el efecto del sodio, y de fibra, que reduce el nivel de colesterol en la sangre. Asimismo, contiene arginina, un aminoácido que el organismo necesita para producir un óxido nítrico que es clave para reducir la presión arterial.
La calabaza contiene varios antioxidantes que ayudan a combatir el colesterol “malo” (LDL), consiguiendo de esta manera reducir el riesgo de llegar a padecer enfermedades cardíacas.
Ayuda a tener una piel más joven
Aunque no es un sustituto del protector solar, el betacaroteno que contiene la calabaza aporta cierta protección contra los rayos ultravioleta, que ayudan a favorecer la aparición de arrugas, manchas solares e incluso la aparición de cáncer de piel.
Las vitaminas C y E de la calabaza son potentes antioxidantes que atenúan los daños causados por los radicales libres, además de que favorecen la producción de colágeno, por lo que ayudan a mantener la piel joven y flexible.
Estos son solo algunos de los muchos beneficios que la calabaza aporta para la salud, de manera que se convierte en un gran aliado para poder contar con un mayor bienestar y ser capaz de prevenir la aparición de diferentes afecciones y enfermedades a través de sus numerosos nutrientes y vitaminas. Además, su versatilidad hace que sea muy sencilla de incorporar a la dieta.