Noche de pesadilla en Wroclaw: violentas peleas entre ultras de Chelsea y Betis, gas pimienta y cuatro españoles detenidos

La noche previa a la final de la Conference League se convirtió en un escenario de caos cuando grupos radicales de aficionados desataron disturbios en las calles de Wroclaw (o Breslavia, en su denominación española).

Con miles de seguidores congregados en la ciudad polaca, las tensiones estallaron durante la tarde con lanzamiento de vasos y sillas en una terraza cercana a la Plaza del Mercado.

Los episodios de violencia continuaron tras el atardecer, forzando a la Policía local a desplegar unidades de antidisturbios, drones y helicópteros. Cuatro españoles fueron detenidos, informaron las autoridades.

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Tras varios enfrentamientos, los agentes se vieron obligados a emplear gas pimienta para dispersar a los ultras de Chelsea y del Real Betis, registrados en vídeos que circulan en redes sociales.

"Los agentes uniformados reaccionaron de inmediato, lo que evitó una mayor escalada del conflicto o comportamientos negativos. La cantidad de fuerzas policiales preventivas y operativas [...] es tan grande que todos pueden sentirse seguros", comunicó la Jefatura de Policía Provincial de Wroclaw (Breslavia).

La investigación, a cargo de la división criminal de la policía polaca, se centra en identificar a los responsables de los enfrentamientos.

Durante la tarde, alrededor de las 19:30, los oficiales intervinieron por primera vez en la Plaza del Mercado, disolviendo grupos de aficionados que habían iniciado una reyerta.

Horas más tarde, ya pasadas las 23:00, se produjo la detención del primer seguidor del Real Betis. Según el parte policial, un ciudadano español de 31 años fue arrestado “por conducta agresiva” en una pelea que reunió a una decena de ultras y obligó a reforzar la presencia de patrullas a pie.

La madrugada no trajo tranquilidad. Alrededor de las 05:10, un grupo de hinchas fue sorprendido desmantelando banderas oficiales de la final colocadas en un asta frente al Estadion Wroclaw.

Tres ciudadanos españoles fueron detenidos “con las banderas robadas” y trasladados a comisaría.

En total, cuatro españoles permanecen bajo custodia policial. Tres de ellos están acusados de hurto tras sustraer material conmemorativo, mientras que el primero resulta imputado por agresión.

Los trámites judiciales incluirán sesiones con traductor, según informan las autoridades.

Fuerte despliegue policial

La magnitud de los disturbios sorprendió a residentes y aficionados que esperaban una celebración deportiva. Más de 70.000 seguidores llegaron a Breslavia, pese a que el Estadion Wroclaw tiene capacidad para 42.000 personas.

Para su control se desplazaron 2.000 agentes de toda Polonia.

“Por favor, notifique inmediatamente cualquier incidente a la patrulla de policía o guardia urbana más cercana, o llame al número de emergencia 112. Estamos a su disposición y nuestra prioridad es garantizar la seguridad”, instó el suboficial superior Łukasz Dutkowiak.

Las autoridades habían recomendado a los vecinos evitar salir de casa antes del gran partido. Sin embargo, la combinación de aficionados rivales y un despliegue masivo de policías no impidió que la velada terminara con enfrentamientos, gas pimienta y cuatro arrestos.

La UEFA y los clubes aún no se han pronunciado oficialmente sobre los incidentes. Mientras tanto, la policía de Wroclaw mantiene un operativo reforzado en las zonas de ocio y en los accesos al estadio, con patrullas a pie y vigilancia aérea, para garantizar que la final se celebre sin más altercados.