
Paula Badosa llora tras lesionarse en el WTA de Mérida. REUTERS
Badosa vuelve a asomarse al abismo: la 'maldita' vértebra en la espalda que le impide jugar con regularidad y pelear títulos
La tenista española sufrió su segunda retirada de un partido en apenas dos semanas y su estado físico vuelve a estar en entredicho.
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El cuerpo de Paula Badosa ha vuelto a pedirle un pequeño respiro. Una vez más, la maltrecha espalda de la tenista española se ha interpuesto en su camino de ser una de las mejores raquetas del circuito. Porque tenis tiene de sobra, pero la 'maldita' vértebra no le está dejando sacarlo a relucir con continuidad.
Badosa tuvo que despedirse antes de lo previsto del Masters 1.000 de Miami. Dijo adiós al torneo de Florida en octavos de final y lo hizo sin la posibilidad siquiera de saltar a la pista e intentarlo. En la ronda anterior ya tuvo que recibir atención médica, pero acabó sacando adelante el partido contra Tauson. Lo hizo entre lágrimas.
Un día después se confirmó la mala noticia y la catalana abandonó el torneo. Otro revés de ánimo para Badosa que, después de un periodo sin contratiempos y repleto de felicidad, de progresión y de buen tenis, debe otra vez pisar el freno por culpa de una lesión que ya es muy recurrente.
Badosa deberá decidir antes de que acabe la semana si participa o no en el torneo de Charleston. Esa era su siguiente cita en el calendario, pero su presencia ahora mismo es toda una incógnita. Después, su teórica hoja de ruta le conduciría hasta Stuttgart a mediados de abril y a los torneos de Madrid y Roma para ultimar su preparación a Roland Garros.
Ahora, la española deberá ir paso a paso, como lo ha hecho en los últimos años, y haciendo uso de la su gran fortaleza mental que le ha llevado hasta la cima del tenis mundial.
"Hay días en que no me siento bien y me pregunto si merece la pena. [...] Fue muy duro. Lloré mucho, y aún lloro todavía cuando hablo con los médicos, pero al mismo tiempo tengo esta personalidad de decir: 'Voy a superarlo, voy a seguir luchando'. Soy así de terca, pero creo que en este caso me puede ayudar", dijo Badosa hace unos años.
En su mejor momento
El calvario de Paula Badosa comenzó en mayo de 2023, durante la disputa del torneo de Roma. Allí sufrió una "fractura por estrés" de la vértebra L4 que apenas le permitió jugar esa temporada y que después de muchas consultas médicas, inyecciones de cortisona y tratamiento continuado, pudo controlar hasta el abordaje del torneo de México.
Fue a finales de febrero cuando la española volvió a sentir dolores en la espalda. Superó la primera ronda del torneo de Mérida, pero tuvo que retirarse durante el partido de los cuartos de final. Se perdió el Masters 1.000 de Indian Wells y decidió probar fortuna en Miami. Queda claro que todavía era demasiado pronto.
No cabe duda de que el contratiempo llega en un momento en el que Badosa había conseguido mostrar su mejor versión. Apenas había parado desde mitad de noviembre y su inicio de 2025 había sido fulgurante rozando su máximo esplendor en el Open de Australia.
Ahí, en Melbourne, Badosa se convirtió de nuevo en una rival temible. Le dio igual quién se plantara delante suya y avanzó con paso firme hasta los cuartos de final, su techo de cristal en los Grand Slams. Allí le esperaba Gauff, número 3 del mundo, pero la española dio un golpe sobre la mesa y borró del mapa a la estadounidense con uno de los mejores partidos de su carrera.
Dijo adiós en semifinales ante la intratable Sabalenka, pero se marchó del primer Grand Slam de la temporada con un sabor de boca único. Volvió al top10 del ranking 820 días después e hizo soñar al tenis español con la conversión a una de las grandes tenistas del momento.
Todavía sigue siendo una de ellas, pero las lesiones le están privando de tener más regularidad y, en consecuencia, pelear por ganar más títulos. A sus 27 años tiene 4 trofeos WTA en su haber, pero podrían haber sido más si llega a tener cierta continuidad.