
Eadweard Muybridge: 'Animal locomotion, imagen 643, 1887. Foto: MUN
El salto de los caballos de Muybridge: una exposición del pionero de la fotografía, el arte y la ciencia
Una completa retrospectiva en el Museo Universidad de Navarra recorre el decisivo trabajo de Eadweard Muybridge, el fotografo que descubrió el movimiento.
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Era inevitable una muestra de Eadweard Muybridge (1830 - 1904) en el Museo Universidad de Navarra. Dado que su propósito de investigar y documentar la heterogénea historia de la imagen fotográfica y sus relaciones con el arte y la ciencia se ha reafirmado en sus diez años de existencia y en su singular colección, tarde o temprano debía acoger a Muybridge.
Este inglés que emigró en la década de 1850 a los Estados Unidos y cuya trayectoria vital y artística merecería una novela, fue un pionero de esa triada de conexiones entre la fotografía, la ciencia y el arte. Las célebres series de imágenes que integran Animal Locomotion, 1887, descomponían el movimiento de animales y humanos, y fueron un hito germinal para futuros desarrollos científicos y artísticos.
A pesar de ser tan conocidas y reproducidas en innumerables libros de historia de la fotografía, nuestra experiencia estética y crítica no amaina al confrontarnos con su formato y edición original. Emoción y afectos melancólicos se imbrican en esa experiencia.
La muestra Eadweard Muybridge: fotografía y movimiento está comisariada por Valentín Vallhonrat e Ignacio Miguéliz y presenta una proyección de vídeo y 56 fotografías, de un álbum compuesto por un total de 93. Se trata de un préstamo de los coleccionistas Ernesto Fernández Holmann y Marta Regina Fischer, familia miembro del Patronato Promotor del MUN. La perseverancia investigadora de los comisarios y de Rafael Levenfeld, fallecido el pasado año, ha permitido presentar esa serie.
La tentativa pionera de Muybridge en la representación del movimiento a través de su cámara, antes de la invención del cine, estuvo alentada por un debate en torno a la percepción de los fenómenos que el ojo humano no podía captar. Así, pudo demostrar en 1878 que los caballos al galope levantaban las cuatro patas del suelo al mismo tiempo.
Con posterioridad, la monumental serie referida compiló 781 fotografías mediante un dispositivo de múltiples cámaras en batería y con disparadores y temporizadores automáticos. De ese modo logró descomponer el movimiento en 24 imágenes por segundo que podría recomponer una secuencia en movimiento de animales y personas.
Todo un catálogo de imágenes que tuvo su concreción en otras series que utilizaban fondos de líneas y cuadrículas para una mejor descripción y evaluación del movimiento. Asimismo, se valió de enfoques laterales, frontales y cenitales que multiplicaban su valor documental.

Eadweard Muybrige: 'Animal locomotion, imagen 132', 1887. Foto: MUN
Seres humanos en acción, el movimiento de las alas de aves en el vuelo, perros, caballos o elefantes eran captados de modo inédito en secuencias que, a través del zoopraxiscopio, un dispositivo que él mismo inventó, podía reproducir en una pantalla la ilusión de un movimiento continuo.
Este propósito inicial de carácter científico –con su corolario de avances físicos, ópticos y químicos–, y los desafíos artísticos –con la apertura a nuevas configuraciones de lo real–, tuvo fértiles consecuencias en el desarrollo de la fotografía y en el surgimiento del cine.
En ese proceso, las aportaciones de Muybridge tuvieron un impacto notable en el médico, fisiólogo y fotógrafo francés Étienne Jules Marey (1830-1904) y en su invención del cronógrafo de tambor, que registra con mayor precisión el movimiento humano y animal. Los pioneros del cine a finales del siglo XIX se inspiraron en Muybridge y Marey para avizorar sus primeras proyecciones cinematográficas mediante el kinetoscopio.
Sabido es que Animal Locomotion y otras series también favorecieron avances en otros ámbitos científicos relacionados con la anatomía y la biomecánica, que tuvieron nuevos usos aplicados en la fisiología del deporte y la rehabilitación, por ejemplo. Incluso en el actual desarrollo de la animación y la robótica.

Eadweard Muybridge: ' Animal locomotion, imagen 187', 1887. Foto: MUN
Los revolucionarios experimentos de Muybridge inspiraron también a numerosos artistas modernos en su anhelo por representar el tiempo y el movimiento en el espacio del arte. Auguste Rodin (1840-1917), William-Adolphe Bouguereau (1825-1905), James McNeill Whistler (1834-1903), Thomas Eakins (1844-1916), Edgar Degas (1834-1917), Marcel Duchamp (1887-1968), Giacomo Balla (1871-1958), Umberto Boccioni (1882-1916) o Francis Bacon (1909-1992).
Mientras recorremos esta muestra se nos activa un haz de reminiscencias que nos llevan a una memoria de obras de esa constelación creativa. De manera sobresaliente, la descomposición del movimiento y la fragmentación de las figuras están presentes en las vanguardias modernas, como el cubismo y el futurismo.
En el caso de Marcel Duchamp, en su célebre pintura Desnudo bajando una escalera nº2, que desborda la tradición de la perspectiva al tiempo que representa el movimiento en la superficie pictórica, el ascendiente de Muybridge está fuera de toda duda. Por estas y otras razones, la aventura pionera de este fotógrafo que expone el MUN trasciende su propio ámbito.
Sus intuiciones le convirtieron en precursor de la fotografía moderna y de otras disciplinas artísticas y científicas. La idea de representación del movimiento en una imagen, la secuencia narrativa, el desarrollo del principio del collage son algunos aspectos de un despliegue plural en los dominios del arte y la ciencia, cuya historia encuentra una de sus fuentes en el hacer experimental de Muybridge.

Eadweard Muybridge: 'Animal locomotion, imagen 114', 1887. Foto: MUN
Con esta exposición, se cierra un ciclo de exposiciones sobre el origen de la fotografía y sus presupuestos conceptuales, históricos y artísticos con esta oportuna e intempestiva muestra que celebra la primera década del museo. Se completa así un círculo de indagaciones críticas en torno a la historia de la imagen fotográfica que define uno de los signos de identidad de esa colección del MUN.