
Francisco Martínez, junto a su abogado, en la Audiencia Nacional.
El ocaso de Paco Martínez, el "brillante" letrado en Cortes enfangado por la 'Kitchen' y al que la juez manda a prisión
Al borde del banquillo por el espionaje a Bárcenas, el ex 'número dos' de Interior ha sido enviado a prisión por su 'tándem' con un joven 'hacker'. Éstas son sus luces y sombras.
Más información: La juez envía a prisión al ex 'número 2' de Interior de Rajoy, que niega haberse lucrado gracias al 'hacker' Alcasec
Francisco —Paco— Martínez fue detenido el mismo día en el que cumplió 50 años. El pasado 27 de mayo.
Agentes de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional registraron su bufete, al que acude casi a diario. El mismo en el que, tras abandonar la política, ejerce ahora la abogacía privada.
Su detención sorprendió a propios y extraños. Paco es muchos Pacos. Algunos le recuerdan como el "brillante" y "prestigioso" letrado de Cortes que, en 2016, se convirtió en diputado por el PP.
La hemeroteca reciente, como el exsecretario de Estado de Seguridad, número dos del Ministerio del Interior, que irá a juicio por el caso Kitchen, el supuesto dispositivo parapolicial dedicado a espiar a Luis Bárcenas.
Sus antiguos compañeros de clase le describen como el "mejor estudiante" de la promoción, delegado de curso en COU en el Colegio de los Jesuitas de Nuestra Señora del Recuerdo, uno de los centros más elitistas, por entonces, de la capital.
Pero pocos, muy pocos, imaginaban que su biografía, justo al alcanzar medio siglo, añadiría este nuevo capítulo. Al filo del mediodía del pasado 27 de mayo, Martínez era arrestado por orden de la juez de la Audiencia Nacional María Tardón.
A este licenciado en Derecho (con premio extraordinario) los problemas judiciales le crecen. Las pesquisas de una investigación secreta, que arrancó en el año 2023, sitúan a Martínez como destacado miembro de una supuesta organización criminal conformada junto al joven hacker que se hace llamar Alcasec.

El 'hacker' conocido como 'Alcasec', en una entrevista con el podcast Club 113.
Según los investigadores, ambos se habrían enriquecido gracias al comercio de los datos obtenidos gracias a los masivos ciberataques que comanda el chaval. Martínez fue abogado del joven, cuyo nombre real es José Luis Huertas.
Paco, sin embargo, se considera algo más que su mero letrado. Este jueves, en su declaración ante la juez, Martínez subrayaba que se erigió en un "referente" de Alcasec, huérfano de padre. Aseguró que trató de encauzarle la vida. Y que le asesoró en la creación de dos empresas, de cuyo rumbo posterior se ha desvinculado.
En la Audiencia Nacional, negó haberse lucrado gracias a los hackeos del joven pirata informático. Sin embargo, por "riesgo de reiteración delictiva", el fiscal José Perals solicitó su ingreso en prisión provisional, sin fianza. Y Tardón no tardó en acordarlo.
Su abogado, Pedro Colina, solicitó que el expolítico fuese ingresado en el llamado módulo de respeto de la cárcel de Soto del Real. Curiosamente, la misma prisión en la que Bárcenas, una vez fue condenado, estuvo interno más de un lustro.
El 'caso Kitchen'
De su etapa como letrado en Cortes, diputados y periodistas, en conversación con EL ESPAÑOL, subrayan su "brillantez" en asuntos de Derecho constitucional, materia en la que es experto. "Nos resolvía todas las dudas", señala un exparlamentario. "Y a nosotros también", expresa, sorprendida, una informadora.
Sin embargo, en menos de una década, tanto fulgor no tardaría en oscurecerse. El 11 de enero de 2013, fue nombrado secretario de Estado de Seguridad. El número dos del entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. La mano derecha del máximo responsable de la Policía, la Guardia Civil, las prisiones...

Martínez, junto a Fernádez Díaz.
Paco tocó poder. Sin ser aún afiliado al PP —no pediría el carné de militante hasta años más tarde, en 2016—, Martínez se convirtió en alto cargo del Gobierno presidido por Mariano Rajoy.
Aquella aventura política acabará —salvo sorpresa mayúscula— con el expolítico en el banquillo de los acusados. A fecha de hoy, la Fiscalía Anticorrupción pide para él 15 años de prisión por la llamada Operación Kitchen, el supuesto dispositivo parapolicial encargado de vigilar al extesorero del PP, Luis Bárcenas, y sustraerle documentación perjudicial para el partido.
Aquel 2013, el futuro judicial de la formación se ennegrecía con el estallido del caso Gürtel. Y Bárcenas era el guardián de los secretos del PP. Anticorrupción sostiene que, al alimón con Fernández Díaz, Martínez dirigió esta operación. Le acusa de graves delitos, como malversación, encubrimiento.
Ya defenestrado por el que fuera su partido, compartirá banquillo con Eugenio Pino, el exdirector adjunto operativo de la Policía Nacional, y con el excomisario José Manuel Villarejo, dos de los miembros más destacados de lo que se ha venido en llamar Policía patriótica.
"Mi grandísimo error en el Ministerio [del Interior] fue serle leal a miserables como Jorge [Fernández Díaz], [Mariano] Rajoy o [la entonces secretaria general del PP, María Dolores de] Cospedal", llegó a escribir Martínez en un wasap que estuvo incluido en el sumario del caso Kitchen. Durante la instrucción de esta causa, debió, incluso, participar en un careo con quien fuese su superior en Interior. El mismo que le reclutó y le encumbró al Gobierno.
No hay fecha aún para que se celebre el juicio por el supuesto espionaje a Bárcenas. Tampoco la hay para que el exdiputado vuelva a pisar la calle. Por el momento, seguirá en prisión.
Este jueves, la juez Tardón, a la hora de comunicarle que iría a la cárcel de forma provisional, sí le avanzaba que recuperará la libertad cuando la Policía bloquee las bases de datos creadas por el hacker Alcasec, coprotagonista, junto al expolítico, de este nuevo capítulo del ocaso de Paco Martínez.