Fabrica de Stellantis en Figueruelas.

Fabrica de Stellantis en Figueruelas. Stellantis

Motor

Stellantis y Renault advierten de "decisiones dolorosas" en los próximos tres años si Europa no protege al automóvil

John Elkann y Luca de Meo piden al Viejo Continente proteger la industria automovilística en un contexto marcado por el imparable avance de China

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Stellantis y Renault, segundo y tercer mayor vendedor de vehículos en Europa por detrás del Grupo Volkswagen, han alertado a las autoridades comunitarias de los riesgos a los que se expone la industria automovilística comunitaria si no se producen cambios.

John Elkann, presidente de Stellantis, y Luca de Meo, consejero delegado del Grupo Renault, han lanzado este aviso en una entrevista conjunta en el diario francés Le Figaro.

Ambos directivos mostraron su preocupación por un mercado, el europeo, más centrado en la regulación que en el desarrollo. Todo ello en un entorno marcado por el imparable avance de China en materia de electrificación.

“El mercado automotriz europeo lleva cinco años en caída. Es el único de los grandes mercados mundiales que no ha recuperado su nivel pre-COVID”, apunta Elkann.

El máximo responsable de Stellantis alerta de que "a este ritmo, el mercado podría reducirse a menos de la mitad en una década".

“Europa debe decidir si quiere seguir siendo una tierra de industria automotriz o solo un mercado”, señala Elkann. “Si no cambiamos el rumbo, en tres años tomaremos decisiones dolorosas para la producción”, advierte.

“Pero si hay una movilización política clara, creemos firmemente que podremos seguir fabricando en Europa, incluso en Europa Occidental”, hace hincapié el directivo norteamericano.

Por este motivo, Luca de Meo ha pedido "reactivar la demanda". Cabe recordar que Europa planeaba para este año un plan paneuropeo de ayudas con el fin de incentivar la compra de vehículos electrificados. Finalmente esta medida no se llevó a término.

El directivo italiano ha recordado que "las normas europeas hacen que nuestros coches sean cada vez más complejos, pesados y caros, hasta el punto de que la mayoría de la gente ya no puede permitírselos". 

Como ejemplo, De Meo ha explicado que "entre 2015 y 2030, el coste de un Clio habrá aumentado un 40%, de los cuales el 92,5% se debe a la regulación".

“No pedimos ayuda, solo que nos dejen trabajar, innovar y ofrecer coches más limpios y asequibles”, insistió Elkann. De hecho, el tataranieto de Giovanni Agnelli, fundador de Fiat, ha añadido que mientras Estados Unidos y China aplican políticas industriales fuertes, “Europa discute sin capacidad real de actuar”.

Regular los kei cars

Una de las medidas que ambos ejecutivos han pedido implementar en el Viejo Continente es la regulación de los coches pequeños, también conocidos como kei cars en Japón.

En Japón, este tipo de modelos, pertenecientes todos ellos al segmento A, tienen una longitud de hasta 3,80 metros, una cilindrada inferior a la de una moto de alta categoría y una potencia de hasta 64 CV.

Luca de Meo, que ya propuso introducir este tipo de modelos el año pasado cuando se encontraba al frente de la patronal europea de fabricantes (Acea), ha comentado que "hay demasiadas normas pensadas para coches grandes y caros". En su opinión “no se puede tratar igual a un coche de 3,80 metros que a uno de 5,5 metros".

Europa debe apostar nuevamente por el coche popular para revitalizar su mercado automovilístico. Francia, Italia y España, señalan, deben encabezar este esfuerzo, ya que son los países más afectados tanto en calidad de consumidores como de fabricantes. “Y, en conjunto, superan a Alemania en producción”, afirma Elkann.

De hecho, Renault se ha caracterizado en el último año por el lanzamiento de modelos como el R5 y recientemente el Renault 4, dos modelos que marcaron una época.

Pero De Meo tampoco ha dejado de lado el segmento más rentable, el de los SUV grandes. Y es que es en este segmento donde se consigue la rentabilidad.

Regulaciones hasta 2030

“El compromiso de reformar las normas Cafe (que amenazan con multas en 2025 por exceso de CO2) no se ha traducido aún en textos”, critica De Meo. “Los clientes están perdidos. Antes era simple elegir entre diésel o gasolina según el kilometraje. Ahora necesitas un algoritmo con 18 criterios”, apunta el directivo italiano.

De Meo ha exigido un “ventanilla única” en la Comisión: “Hoy al menos cinco direcciones generales se ocupan del automóvil y, a veces, con estrategias contradictorias.”

En materia de electrificación, De Meo ha propuesto una metodología de análisis de emisiones basadas en el ciclo de vida completo del vehículo, no tan solo del tanque a la rueda.

“Si el objetivo es reducir las emisiones globales de carbono, hay que decirlo claro: Europa se equivocó al apostar todo al coche eléctrico”, afirma De Meo.