La presentación del nuevo pontífice.

La presentación del nuevo pontífice. Reuters

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"Necesitamos buscar una comprensión diferente del liderazgo": León XIV, sobre el papel de la mujer en la Iglesia

El estadounidense de 69 años ha sido elegido 267.º jefe de la Santa Sede, sucediendo en el cargo al recientemente fallecido Francisco I.

Más información: "¡Habemus Papam!": el cardenal Robert Prevost será el sucesor de Francisco como Papa con el nombre de León XIV

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El jueves, 8 de mayo, el cardenal Robert Francis Prevost, nacido en Chicago, fue elegido como el nuevo Papa, convirtiéndose en el primer pontífice originario de Estados Unidos en la historia de la Iglesia católica. Su elección marca un nuevo hito en la historia de la Ciudad del Vaticano, y al aceptar el papado, este también pasa a adoptar el nombre de León XIV.

El acontecimiento ha generado una gran expectación sobre su futuro liderazgo, dada la división actual de la Iglesia entre el conservadurismo y la afinidad a Francisco I. Prevost, que hasta ahora lideraba el Dicasterio para los Obispos —cargo que le otorgó la responsabilidad de supervisar la selección de nuevos obispos— es conocido por su enfoque equilibrado y moderado en temas doctrinales.

Con doble nacionalidad estadounidense y peruana, ha mantenido una carrera centrada en la reforma, siempre con un fuerte compromiso hacia los grupos más vulnerables, similar al estilo del anterior Papa, especialmente en lo que respecta a la defensa de los migrantes y los pobres. Sin embargo, el hecho de que haya mantenido un perfil bajo no ha permitido, hasta ahora, conocer grandes detalles sobre su posición respecto a cuestiones como la debatida feminización de la Iglesia católica.

A largo plazo, uno de los temas que podría convertirse en objeto de atención durante su pontificado, al igual que cabría esperarse de cualquier otro pontífice, es su postura sobre la igualdad de género y la participación de las mujeres en la jerarquía eclesiástica. Al igual que su predecesor, Prevost ha sido claro en su oposición a la ordenación sacerdotal de las mujeres, una posición que sigue siendo debatida dentro de la Iglesia católica.

En una rueda de prensa celebrada el 25 de octubre de 2023, cuando aún era cardenal delegado en el Sínodo de la Sinodalidad, este declaró que “clericalizar a las mujeres” no es la solución a los problemas de fondo de la Iglesia. Sus palabras, que en el momento en que fueron recogidas por la agencia de noticias católica peruana ACI Prensa pasaron desapercibidas, cobran hoy una renovada relevancia tras su elección como sucesor de Jorge Mario Bergoglio.

Ordenar mujeres no necesariamente soluciona un problema. Podría generar un nuevo problema”, dijo entonces. “Tal vez necesitemos buscar una comprensión diferente del liderazgo, el poder, la autoridad y el servicio —sobre todo el servicio— en la Iglesia, desde las distintas perspectivas que pueden aportar mujeres y hombres”.

En sus declaraciones, que llegaron tiempo después de que Religion News Service informara de que en el Sínodo se había formado una cohorte de monjas favorables a la ordenación de diaconisas, el nuevo jefe de la Santa Sede dejaba claro que la Iglesia no era necesariamente un reflejo mecánico del mundo moderno, y que necesitaba "ser diferente".

“Que una mujer pueda ser presidenta en el mundo no implica automáticamente que eso se traslade a la estructura de la Iglesia. No es tan simple como decir 'vamos a cambiar la tradición de 2.000 años'", señaló entonces, unas palabras que recuerdan a las del fallecido papa Francisco. No obstante, celebró una mayor inclusión femenina en los espacios de decisión tanto del Vaticano como de otros espacios de la Iglesia.

“Creo que habrá un reconocimiento continuo del hecho de que las mujeres pueden aportar mucho a la vida de la Iglesia en muchos niveles diferentes”, expresó, recoge la agencia. Según una encuesta realizada por Vatican News, en el año 2010, bajo el pontificado de Benedicto XVI, 4.053 personas estaban empleadas, 697 de las cuales eran mujeres (alrededor del 17%). En 2019, el porcentaje subió al 22%, alcanzando las 1.016 empleadas tras la reforma que planteó Francisco I a su llegada.

Sobre las tres mujeres a las que Francisco I nombró miembros del Dicasterio para los Obispos, destacó al mismo medio: "En varias ocasiones hemos visto que su punto de vista es un enriquecimiento. Dos son religiosas y una es laica, y muchas veces su punto de vista coincide perfectamente con lo que dicen los demás miembros del dicasterio; mientras que otras, su opinión introduce otra perspectiva y se convierte en una aportación importante al proceso. Creo que su nombramiento es algo más que un gesto del Papa para decir que ahora también hay mujeres aquí".

Activistas católicas lanzan columnas de humo fucsia como señal de protesta por la desigualdad.

Activistas católicas lanzan columnas de humo fucsia como señal de protesta por la desigualdad. Reuters

Sin embargo, este sigue siendo un tema pendiente para movimientos como el que impulsa la Organización por la Ordenación de Mujeres en todo el Mundo. Un día antes de su proclamación como Papa, un grupo de defensoras de la ordenación lanzaron a las puertas del Vaticano una fumata rosa para reclamar la ordenación sacerdotal femenina y una intención de escucha a las voces y los anhelos de las figuras femeninas de la Iglesia católica. "La igualdad no puede esperar", expresaron.

"Paz, apertura y diálogo"

León XIV, de 69 años y ascendencia española por parte materna, posee un profundo conocimiento del funcionamiento interno de la Iglesia y ha seguido de cerca los pasos del papa Francisco. Compartió su visión sobre la necesidad de actuar contra la pobreza y el cambio climático, entre otras preocupaciones. Tras la muerte de su predecesor, este confesó a Vatican News que siempre le apreció por su "generosidad, caridad y auténtico corazón cristiano".

Destacó también que "todavía queda mucho por hacer" y "no podemos detenernos, no podemos dar marcha atrás. Tenemos que ver cómo el Espíritu Santo quiere que sea la Iglesia hoy y mañana, porque el mundo de hoy, en el que vive la Iglesia, no es el mismo que el de hace 10 o 20 años. El mensaje es siempre el mismo: anunciar a Jesucristo, anunciar el Evangelio, pero el modo de llegar a la gente de hoy, a los jóvenes, a los pobres, a los políticos, es diferente", afirmó recientemente al medio.

Su primer discurso como pontífice comenzó con un llamamiento a la paz, y repitió esta palabra hasta en ocho ocasiones en una intervención en la que invitó a "comenzar juntos una iglesia misionera, que construya puentes de apertura y de diálogo, siempre abierta a recibir. Como esta plaza, con los brazos abiertos a todos. Todos aquellos que necesitan caridad. Nuestra presencia, el diálogo y el amor".

"Unidos hoy de la mano de Dios y entre nosotros, avancemos hacia adelante. Seamos discípulos de Cristo. Cristo te precede. El mundo necesita su luz. La humanidad necesita de él como el puente para ser alcanzada por Dios y por su amor. Ayudadnos también a ser vosotros, los unos con los otros, a construir puentes con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un único pueblo siempre en paz. Gracias al Papa Francisco", expresó desde la logia de la Basílica de San Pedro.

León XIV saluda a los fieles en la plaza de San Pedro.

León XIV saluda a los fieles en la plaza de San Pedro. Reuters

El goteo de reacciones a su proclamación por parte de figuras de la política, oenegés, activistas y entidades asociadas al catolicismo no ha cesado en las últimas horas.

En declaraciones a Europa Press, la portavoz del movimiento Revuelta de Mujeres en la Iglesia, Pepa Torres, expresó su deseo de que el nuevo jefe del Vaticano “abra definitivamente la puerta” a la igualdad y al reconocimiento de las comunidades LGTBI en la institución, así como también conjeturó que el nombre elegido para su pontificado, León, “dice mucho” de la línea que podría seguir a partir de ahora.

Igualmente, la teóloga y activista subrayó que la Iglesia no debería tener “miedo” a clericalizar a las mujeres. “No es lo que queremos y pedimos”. A su juicio, esta “debe avanzar en desclericalizarse”, y en la cuestión de la sinodalidad para que laicos y mujeres —quienes espera que “nunca más” queden fuera de un Cónclave— tengan un mayor poder de decisión.

Cáritas Internationalis también dio la bienvenida a León XIV. Su secretario general, Alistair Dutton, subrayó en un comunicado “la identificación inmediata” del pontífice “con temas de paz, solidaridad, diálogo y caridad, y en particular su compromiso con las personas que sufren. Es una clara muestra de su voluntad de una Iglesia misionera para los pobres y la justicia social”.

Desde España, el padre Ángel García, presidente fundador de Mensajeros de la Paz, apuntó que el nombre elegido le llevó a pensar en la Encíclica de León XIII, en la que este “hablaba de la justicia, de los obreros”. El nuevo Papa, recordó, “ha estado en diócesis muy pobres, conoce mucho lo que es la periferia, la pobreza y estaba muy cerca de Francisco”.