Xi Jinping y Vladímir Putin durante su encuentro en el Kremlin.

Xi Jinping y Vladímir Putin durante su encuentro en el Kremlin. Evgenia Novozhenina Reuters

Europa

Putin y Xi refrendan su alianza "de acero" en Moscú: "Nuestros lazos son por el bien de Rusia y China, no van contra nadie"

El presidente chino viaja hasta la capital rusa para participar en los actos conmemorativos por el 80º aniversario del fin de la II Guerra Mundial.

Ambos mandatarios firman un nuevo acuerdo de fomento y defensa de las inversiones por un valor de más de 200.000 millones de dólares.

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D. Barreira
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Vladímir Putin y Xi Jinping han escenificado una nueva página de su estrecha amistad "de acero" y de su sólida alianza prometiendo aumentar su cooperación contra el dominio de Occidente. El presidente ruso ha recibido este jueves en el Kremlin a su homólogo chino, que ha viajado hasta Moscú para participar en los actos conmemorativos del 80º aniversario de la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi. La visita se produce en un momento clave en la geopolítica mundial marcada por las conversaciones de paz sobre la guerra de Ucrania y el conflicto comercial iniciado por Donald Trump y que ha afectado con especial virulencia a Pekín.

Al comienzo de la ceremonia, Putin y Xi escucharon los himnos nacionales en la suntuosa Sala de San Jorge, la más grande del Kremlin. Seguidamente, ambos mandatarios saludaron uno por uno a los miembros de las delegaciones oficiales de ambos países y se desplazaron a otra estancia para iniciar las negociaciones bilaterales. Los mandatarios firmaron un documento comprometiéndose a proseguir su colaboración económica frente a las presiones estadounidenses y a reforzar la cooperación militar.

"Estoy muy feliz de este nuevo encuentro", dijo Putin al comienzo de la reunión, que fue transmitida en directo por la televisión rusa. El líder ruso se mostró muy agradecido de que, al igual que en el 70 aniversario, su "viejo amigo" Xi decidiera celebrar en Moscú el Día de la Victoria en lo que Rusia llama la Gran Guerra Patriótica, y presumió de que las relaciones entre ambas potencias pasan por su mejor momento.

Vladímir Putin y Xi Jinping este jueves en la Sala de San Jorge del Kremlin.

Vladímir Putin y Xi Jinping este jueves en la Sala de San Jorge del Kremlin. Evgenia Novozhenina Reuters

Putin recordó que la URSS perdió unos 27 millones de personas en la guerra, mientras en China las víctimas de la contienda ascendieron a 37 millones, entre soldados y civiles. "La victoria sobre el fascismo, lograda a costa de enormes sacrificios, tiene una importancia duradera", afirmó. A su vez, destacó que el viernes una guardia de honor china desfilará por la plaza Roja en el marco de la parada militar y prometió acudir el 3 de septiembre a los festejos por la victoria de China sobre Japón.

"Nosotros desarrollamos nuestros lazos por el bien de ambos países y no contra nadie. Nuestras relaciones tienen un carácter igualitario, mutuamente beneficioso y no coyuntural", dijo Putin. Por su parte, Xi destacó que la historia y la realidad demuestran que la profundización de las relaciones ruso-chinas es un "imperativo" que responde a la necesidad actual de un orden mundial más justo a través de la reforma del sistema internacional. Según el Kremlin, Pekín se comprometió a eliminar las "raíces del conflicto" en Ucrania como único camino hacia la paz.

El presidente chino también subrayó que, a la vista de "la negativa tendencia a medidas unilaterales y el dictado de la fuerza en el mundo", en una acusación implícita a Taiwán, Pekín y Moscú tienen la responsabilidad de defender la verdad sobre la historia de la II Guerra Mundial. "Junto con nuestros amigos chinos, defendemos firmemente la verdad histórica, protegemos la memoria de los acontecimientos de los años de guerra y contrarrestamos las manifestaciones modernas del neonazismo y el militarismo", añadió Putin.

Ambos mandatarios ratificaron tras su reunión un nuevo acuerdo de fomento y defensa de las inversiones entre Pekín y Moscú por un valor de más de 200.000 millones de dólares. Putin se mostró convencido de que dicho pacto contribuirá positivamente a crear una atmósfera "más favorable" y será "un importante impulso" al desarrollo de la cooperación económica. "Rusia se ha convertido en el primer importador mundial de coches chinos", presumió el autócrata. También adelantó que habrá nuevos proyectos energéticos, como el lanzamiento en 2027 del gasoducto en el Lejano Oriente ruso que abastecerá al consumidor chino con hasta 10.000 millones de metros cúbicos de gas.