Miles de personas acompañan a los pendones de Sayago

Miles de personas acompañan a los pendones de Sayago David Arranz / Ical

Zamora

Miles de personas acompañan a los pendones de Sayago en una multitudinaria romería de la Virgen del Castillo

Los pendones blancos de nueve metros son únicos de su estilo en España y recorren los casi cuatro kilómetros hasta la ermita.

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Juan López / ICAL
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Sayago (Zamora) se reivindica de nuevo. Y lo ha hecho en torno a la Virgen del Castillo y los Pendones de Fariza. Allí, miles de personas, procedentes de Cataluña, Andalucía o Madrid, acompañaron, como cada primer domingo de junio, a los pendones de Sayago.

Cabe recordar que los pendones de Sayago son únicos en su estilo en España, y cuentan con un característico blanco nuclear.

Con una altura de nueve metros, acaban en una bella copa de carrasco del Diablo, una planta que crece entre los peñiscos de esta comarca y que en los últimos días sus habitantes se han afanado en ir a recoger.

Tal y como señala Ical, una multitud de entre 2.000 y 3.000 personas, se ha dejado ver desde primera hora de la mañana de este 1 de junio en Fariza, que da nombre a este Ayuntamiento de siete pedanías, al que se suma el Consistorio de Argañín.

Tras la denominada misa de madrugadores, la Virgen del Castillo, datada del S.XIV, junto a las cruces procesionales, pendonetas y el pendón, salió a recibir a cada uno de los otros siete en cada una de las tres entradas del pueblo.

Tal y como recoge Ical, allí ya esperaban erguidos con su mástil de negrillo, amarrados por los tres largos cordeles que sujetan el lienzo del pendón: Argañín, Badilla, Cozcurrita, Mámoles, Palazuelo, Tudera y Zafara, todos ellos con gran devoción, espíritu y tradición por esta Virgen que, cuenta la leyenda, se encontró la talla.

Dulzainas, tamboriles y flautas, e incluso gaitas, acompasaron el ritmo de la procesión, solo alterada al tener que sortear deudas actuales con los cables de la luz y la fibra óptica, un problema contemporáneo que los antepasados de quienes hoy cumplen con la tradición no tenían que prever. Cada pendón es igual técnicamente, con su mástil, copa, el lienzo, correajes y vientos (cordeles).

Pero cada uno es diferente, sobre todo en el bordado, donde se observa el escudo del pueblo. La participación de estos símbolos en la romería se realiza para engrandecer la devoción a la Virgen, esencia del romero, porque se identifica como signo de victoria.

Por ese motivo, cada pendón que llegó a la ermita, donde esperan los imponentes Arribes del Duero, la rodearon en señal de triunfo, al igual que hacían los romanos cuando conquistaban territorios.

Relevos entre los habitantes de cada pueblo, que no solo llevan su pendón, sino también, cada uno de ellos, su Cristo Crucificado, las cruces procesionales y la pendoneta, similar en color a los Pendones Leoneses (declarados BIC). Y cerrando la procesión por los Arribes del Duero, la Virgen del Castillo, que hoy vuelve a casa tras bajar el Lunes de Pascua.

La romería de Los Viriatos, como también es conocida, está inundada de tiempos litúrgicos que empiezan semanas atrás y que en los días previos culminan con los preparativos para vestir el pendón y la elaboración de la copa, un momento único que pocos saben hacer y para el que utilizan, aún en muchos casos, la tijera del esquilador.

“Para nosotros, mañana ya empieza la preparación de la procesión del año que viene. Lo vivimos todo el año”, expone a Ical el alcalde de Fariza, Manuel Ramos, quien justifica que los orígenes de la tradición son “inciertos”, aunque la fundación de la cofradía data de 1611.

María del Carmen Tapia, autora del libro ‘Romería de la Virgen del Castillo, Los Pendones de Fariza o Los Viriatos’ (Editorial Semuret, 2023), ensalza la “mezcla” de orígenes religiosos y profanos de esta procesión, la Virgen del Castillo y los pendones.

De hecho, considera que la conversión de la subida como fiesta de Interés Turístico Regional en 1995 implica su consideración “como un marcador identitario y la gestión cultural local en el uso de la romería con fines turísticos”.