Incendio controlado realizado por CESVIMAP.

Incendio controlado realizado por CESVIMAP. Cedida

Historias

Baterías de litio e incendios difíciles de apagar: los riesgos que puede entrañar tener un coche eléctrico y no conocía

Tras el suceso que tuvo lugar en un parking de Alcorcón, donde un vehículo de este tipo empezara arder, su seguridad se ha llevado a debate público. 

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Han pasado ya casi dos décadas desde que, en España, se comercializara el primer coche eléctrico. Fue el Reva-i, presentado en mayo de 2017 como un paso adelante hacia un nuevo modelo de movilidad más sostenible y ecológica en vehículos privados. 

Sin embargo, y como en todo, había luces y sombras en este camino hacia lo que se vendía como progreso. Falta de puntos de carga, poca autonomía en el kilometraje, precios —en un principio— muy elevados... Pero eso no hizo mella en los intentos (también por parte del gobierno) de que la población optara por este cambio de modelo. 

Empezaron las políticas públicas, las subvenciones y el inicio de una red de estacionamientos y puntos de carga que, poco a poco, fue creciendo. Ahora, casi 20 años después, el debate sobre la funcionalidad —y sobre todo seguridad— vuelve a estar servido. 

Tras el trágico suceso que tuvo lugar hace ya algo más de una semana en Alcorcón, en el que dos bomberos murieron al tener que intervenir en un incendio de un coche eléctrico en un parking privado, este tipo de vehículos están más en el punto de mira que nunca. 

De hecho, en Madrid, ya existe un parking que ha prohibido la entrada a este tipo de vehículos. A pesar de que el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez Almeida, ya aseguró que "no se tomarán medidas de inmediato", VOX insiste al Ayuntamiento para que prohíba el acceso de estos, ya que, aseguran, "son bombas de relojería impuestas por las agendas globalistas" y una "verdadera amenaza".

Con este, ya son cinco los vehículos eléctricos que acaban en llamas en el interior de un aparcamiento en cuatro meses en la comunidad. Sin embargo, Daniel Vique Quinde, técnico del área de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico de CESVIMAP, quiere hacer una llamada a la calma.

Vehículos eléctricos cargando.

Vehículos eléctricos cargando. CESVIMAP

Sostiene, en conversación con ENCLAVE ODS, que estos vehículos siguen siendo "una alternativa real a la movilidad tradicional" y una buena opción para "dejar de depender de los combustibles fósiles". 

Para el experto, los riesgos no provienen del propio vehículo en sí, sino de las baterías. Estas, tanto en los eléctricos como en los híbridos, son de ion-litio, una mercancía ya considerada "peligrosa" y que, cuando comienza arder, provoca incendios "muy difíciles de apagar". 

Humo tóxico y altas temperaturas

"El debate con estos vehículos surge en el momento en el que hay un incendio. Por ello, lo más adecuado sería desarrollar una normativa específica para estos casos, como ya existe en Barcelona". Esta es la respuesta de Vique al ser preguntado sobre su opinión acerca de la posible prohibición de entrada a parkings de los vehículos eléctricos. 

El experto apunta a que, quizás, lo más necesario sería "reubicar las plazas de vehículos eléctricos a lugares de mejor accesibilidad". "También, colocar en estas plazas sistemas de extinción de incendio que, aunque no consigan apagar el fuego, puedan facilitar a los bomberos o usuarios unos minutos fundamentales para controlar el incendio, desalojar la zona o evitar que el incendio se propague", añade.

Pero, ¿por qué se producen estos incendios? Si bien los datos de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos señalan que los coches eléctricos no son más susceptibles de estallar en llamas que los convencionales, Vique apunta la batería y las altas temperaturas que alcanzan como principales responsables de un posible incendio en los primeros. 

"El problema más importante ocurre en el momento en el que las baterías sufren algún problema y empiezan a arder. Estos incendios son difíciles de apagar. En algunos casos, incluso, se sumergen estos vehículos en contenedores con agua. Además, también hay que hacer referencia al humo tóxico que se genera durante la combustión, además de las elevadas temperaturas que alcanzan los vehículos", explica.

"En la actualidad, generalmente los profesionales de la lucha contra incendios se centran en controlar el foco del incendio y procurar que no se propague al edificio o a los vehículos que lo rodean, pero extinguir el incendio es muy complicado porque durante la combustión las propias baterías generan el oxígeno necesario para que la combustión continúe", añade.

Pero en cuanto a los contras, no solo existen a nivel de salud pública. A pesar de que se presentaron como una opción de movilidad más sostenible, Vique revela algunos aspectos que afectan también a nivel medioambiental. Y, de nuevo, la vista se dirige hacia las baterías. 

Incendio controlado realizado por CESVIMAP.

Incendio controlado realizado por CESVIMAP. CESVIMAP

"El problema se da antes y después de su vida útil. El litio es un material muy escaso, y eso puede ocasionar conflictos en los países que lo extraen. Pero, después, el problema es ¿qué se hace con esas baterías cuando ya no son útiles?", apunta el experto. 

"Una opción es darles una segunda oportunidad, como lo hacemos en nuestro Centro Autorizado para el Tratamiento de Vehículos Fuera de Uso, donde aprovechamos las baterías para almacenar y generar energía de autoconsumo. También pueden facilitar recargas de emergencia, pero no todos los fabricantes o talleres optan por esta opción, y tampoco hay una normativa al respecto, aunque el litio ya está considerado como una mercancía peligrosa", continúa.

La alternativa del cambio

Sin embargo, Vique sigue viendo en estos vehículos una buena "alternativa a la movilidad tradicional". Apunta a varios "beneficios" de los vehículos híbridos o eléctricos, con respecto de los convencionales. 

"En cuanto al aspecto funcional, los vehículos eléctricos necesitan menos mantenimiento, ya que hay sistemas completos de un vehículo de combustión que no existen en un vehículo eléctrico. Por ejemplo, no se realiza un cambio de la correa de distribución, ni hay sistema de lubricación ni de admisión a los que haya que realizar un mantenimiento preventivo o correctivo...", comienza explicando.

"Además, la forma de obtener la energía para alimentar estos vehículos puede ser responsable con el medio ambiente, puesto que nos referimos a centrales fotovoltaicas, centrales hidroeléctricas o centrales eólicas. Incluso hay hogares donde las familias generan su propio suministro energético con la ayuda de placas solares", continúa.

Por último, asegura que con su uso "se reduce el daño medioambiental, ya que son vehículos que generan cero emisiones o contaminan menos –en el caso de los vehículos híbridos–, en comparación con un vehículo convencional —diésel o gasolina".