
La casa de la Avenida Andalucía, número 47, donde vivía la exprofesora asesinada.
El infierno de Elvira, profesora de Colmenar "de toda la vida", asesinada por su hijo Víctor a martillazos: "Se veía venir"
El presunto parricida, de 50 años, llamó hacia las 10.00 horas del miércoles a la Guardia Civil para confesar su crimen.
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"Que algo malo le iba a pasar a Elvira se veía venir desde hace 30 años". Son las palabras de una vecina de uno de los pisos de la urbanización ubicada en la Avenida Andalucía, número 47, en Colmenar Viejo, Allí, en el tercero D, Elvira M.B. de 77 años, y vecina de la citada localidad "de toda la vida", fue asesinada por su hijo, Víctor P.M.
Por los golpes que presentaba Elvira en la cabeza, los agentes creen que fue golpeada repetidas veces por un martillo, aunque será la autopsia la que determinará la causa exacta y el momento de la muerte. Fue el propio Víctor el que confesó su crimen hacia las 10.00 de la mañana, según ha informado un portavoz del Instituto Armado.
Los vecinos del inmueble cuentan que hacía "entre una semana y diez días" que no veían a Elvira ni a Víctor, por lo que se sospecha que el presunto parricida pudo haber convivido con el cadáver durante algunos días.
"Elvira había sido profesora de primaria en el colegio público Fuentesanta. Yo coincidí con ella en la AMPA del centro, pero ella era una persona muy reservada, nunca comentaba temas personales, pero todos sabíamos que Víctor tenía problemas mentales diagnosticados, en concreto, esquizofrenia", explica una vecina que conocía bien a la víctima y a su hijo.
Estas fuentes explican que Víctor era una persona de carácter "violento": "Cuando era más joven, rompía los cristales del ascensor, rayaba los coches e incluso llegó a pinchar alguna rueda. Por este tipo de actos vandálicos, varios miembros de la comunidad de vecinos lo denunciamos y comenzó a tomar una medicación que hizo que todo cambiara".
Al parecer, una vez que Víctor comenzó a tomar medicinas "hace unos 25 años", sus comportamientos conflictivos pararon. "Él no podía trabajar y siempre vivió con su madre. Su actividad diaria era básicamente salir a pasear y a caminar, se le veía todas las mañanas por el centro de Colmenar Viejo", narra un vecino que conocía bien a Elvira y a Víctor.
Pero lo cierto es que, según relatan, al estar con Víctor, era fácil ver que tenía alguna enfermedad mental: "Si le abrías la puerta del portal y le pedías que pasara, él nunca entraba. Tenía que llamar al telefonillo para avisar de que había llegado".
"Hubo un detalle que nos llamó la atención a muchos vecinos: Elvira siempre tenía la puerta de la casa abierta, como sucede en los pueblos. Desde hacía unos días, la puerta estaba cerrada y al no verlos por ningún sitio, avisamos a los servicios sociales de la Comunidad de Madrid, que vinieron el pasado sábado, pero nadie abrió la puerta cuando llamaron", cuenta una vecina del inmueble.
Durante la mañana del miércoles, Víctor fue arrestado por la Benemérita por un presunto delito de homicidio consumado. Ahora, el grupo de Homicidios de la Comandancia de Madrid de la Guardia Civil mantiene una investigación abierta sobre el caso con el fin de esclarecer qué pasó exactamente en el interior del tercero D de la Avenida Andalucía, número 47, en Colmenar Viejo.