El gastroenterólogo Saurabh Sethi.

El gastroenterólogo Saurabh Sethi.

Salud y Bienestar

Saurabh Sethi, especialista digestivo: "Las mujeres que beben refrescos 'light' tienen más riesgo de infarto"

A pesar de estar etiquetados como una alternativa más saludable, su consumo frecuente puede acarrear graves consecuencias para el organismo.

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Los productos light se pusieron de moda en los años 80, cuando se empezó a utilizar la sacarina como sustituto del azúcar. En ese momento, las grasas de los alimentos estaban tremendamente demonizadas, hasta el punto que parecían la causa de todos los males. Han pasado cuatro décadas desde entonces, y el consumo de estas bebidas y otros alimentos con edulcorantes artificiales no ha descendido, sino más bien al contrario.

Si nos ajustamos a su definición, los productos light no son aquellos que no aportan calorías, sino que cumplen con una reducción del 30% de su valor energético mínimo, en comparación a su versión original o regular. Esta reducción de 30% debe ser de azúcares, grasas o calorías. Aparentemente, son datos que favorecen su etiqueta de saludable; sin embargo, las investigaciones han revelado que su consumo frecuente puede acarrear graves consecuencias para el organismo.

Aunque pensamos que estamos haciendo algo bueno al eliminar el azúcar de nuestros refrescos, según el Doctor Saurabh Sethi, un experto médico formado en Harvard y Stanford que se especializa en gastroenterología,  la variedad 'light' trae sus propios problemas. Entre ellos, un riesgo significativamente mayor de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, especialmente en mujeres.

Los riesgos de las bebidas 'light'

Uno de los principales riesgos asociados a las bebidas dietéticas es su relación con enfermedades cardiovasculares. Estudios recientes han demostrado que las mujeres que consumen dos o más refrescos dietéticos al día presentan un riesgo significativamente mayor de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Esto se debe, en parte, a que estas bebidas pueden contribuir al desarrollo de enfermedades metabólicas como la hipertensión arterial, una condición que, si no se controla adecuadamente, puede derivar en complicaciones cardíacas fatales. Así lo confirman en el estudio recogido en PubMed en el que se ha hallado que el riesgo de muerte prematura es un 16% mayor en personas que consuman estas bebidas con edulcorantes.

El alto contenido de fósforo presente en los edulcorantes artificiales que contienen estos productos puede comprometer la salud renal, aumentando la probabilidad de desarrollar enfermedad renal crónica.

La Asociación Colombiana de Nefrología e Hipertensión Arterial, así como estudios publicados en la revista científica PLOS Medicine, han respaldado estos hallazgos al descubrir que el consumo de refrescos dietéticos puede inducir una proteinuria progresiva y reducir la tasa de filtración glomerular.

La proteinuria hace referencia a la presencia excesiva de proteínas en la orina, un indicio de daño renal, mientras que la disminución en la tasa de filtración glomerular señala una pérdida de la capacidad de los riñones para filtrar la sangre, lo que podría ser un predictor de insuficiencia renal.

Otro aspecto preocupante del consumo de bebidas dietéticas radica en su efecto sobre el metabolismo. Aunque contienen menos calorías que sus versiones azucaradas, las investigaciones han demostrado que pueden afectar la sensibilidad a la insulina, lo que contribuye a la resistencia a esta hormona y al desarrollo de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.

Imagen de bebidas 'light'.

Imagen de bebidas 'light'.

Además, estas bebidas pueden influir en el microbioma intestinal, alterando el equilibrio de las bacterias beneficiosas que desempeñan un papel crucial en la digestión y en la salud general del organismo.

Investigaciones universitarias han encontrado que los edulcorantes más utilizados en los refrescos dietéticos, como el aspartamo, la sucralosa, la sacarina, el neotamo, el advantame y el acesulfamo de potasio-K, pueden actuar como tóxicos para estas bacterias, lo que puede derivar en alteraciones digestivas y enfermedades como la obesidad e incluso afecciones neurológicas como el Alzheimer.

Otro de los efectos negativos de estas bebidas es su influencia en la regulación del apetito. A pesar de no contener azúcar, se ha demostrado que los refrescos dietéticos pueden activar los receptores cerebrales responsables de generar antojos, lo que puede llevar a un consumo excesivo de alimentos ricos en calorías.

Esta activación del sistema de recompensa cerebral puede dificultar el control del apetito y favorecer el aumento de peso, anulando así el supuesto beneficio de ser una alternativa con menos calorías.

Además, el etiquetado de estos productos como 'light', 'sin azúcar' o '0.0' genera una falsa percepción de salud entre los consumidores. Muchas personas creen que estas bebidas son inofensivas o incluso beneficiosas, lo que las lleva a ingerirlas en mayores cantidades sin considerar los efectos adversos a largo plazo. 

Con esto el doctor no quiere decir que los refrescos son azúcar son una buena opción, sino que los consumidores "deberían limitar o eliminar el consumo de ambos".