Harry con su padre, Carlos de Inglaterra.

Harry con su padre, Carlos de Inglaterra. Gtres

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El príncipe Harry quiere dejar atrás el apellido Mountbatten-Windsor y ponerse el de su madre, Diana Spencer

El duque de Sussex habría consultado con su tío la posibilidad de cambiarse el apellido, lo que podría tensar aún más su relación con la familia real.

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Nuevo movimiento en la Casa Real Británica: el príncipe Harry (40 años) estaría considerando cambiarse el apellido por el de su madre. Desde que el duque de Sussex decidiera alejarse de la familia, la distancia se ha hecho cada vez más evidente. Y, en este caso, podría estar pidiendo consejo al hermano de Lady Di para adoptar el apellido Spencer.

Dejar a un lado el apellido Mountbatten-Windsor por el de su familia materna podría convertirse en un nuevo conflicto con la Casa Real británica. Esta información, publicada por el Daily Mail, apunta a que el príncipe Harry podría haber dado pasos en esa dirección en los últimos días. De confirmarse, sus hijos, Archie (6) y Lilibet (3), también podrían verse afectados.

"Mantuvieron una conversación muy amistosa y Spencer le aconsejó que no diera ese paso", ha revelado el citado medio tras hablar con un amigo de Harry. Al parecer, el duque habría tratado este asunto con el conde Charles Spencer (61) durante una reciente visita al Reino Unido.

La princesa Diana con sus hijos, Guillermo y Harry.

La princesa Diana con sus hijos, Guillermo y Harry. GTRES

Esta decisión podría haber roto de forma definitiva las relaciones entre el duque de Sussex, su hermano Guillermo (42) y su padre, el rey Carlos III (76). Mountbatten-Windsor es el apellido de la familia real británica desde 1960, utilizado por los descendientes de la reina Isabel II y el príncipe Felipe.

Este apellido compuesto une el de la familia real británica -elegido por los abuelos de Isabel II- con el del duque de Edimburgo, quien desempeñó un papel importante en la crianza de sus hijos.

Su origen se remonta a la intención de eliminar el apellido germánico Coburg-Gotha durante los años de la Primera Guerra Mundial. El príncipe Felipe adoptó el apellido Mountbatten al nacionalizarse británico en 1947, momento en el que renunció a sus títulos reales griegos y daneses. Un apellido con historia que podría verse afectado por esta decisión del príncipe Harry.

Por otro lado, este cambio podría tener consecuencias para sus hijos. En sus certificados de nacimiento, los hijos del duque y la duquesa de Sussex figuran como Archie Harrison Mountbatten-Windsor y Lilibet Diana Mountbatten-Windsor. Un apellido que les ha otorgado, desde la proclamación de Carlos III como rey, los títulos de príncipe y princesa.

Sin embargo, si la decisión del príncipe Harry se hace efectiva, podría afectarles de forma significativa. La pequeña pasaría a llamarse, casi como su abuela, Lilibet Diana Spencer. Una posibilidad cuyo impacto dentro de la Casa Real británica es aún incierto. En cualquier caso, Meghan Markle (43) ha asegurado en varias ocasiones que el apellido de su hija es Sussex.

El príncipe Harry.

El príncipe Harry. Gtres

Esta noticia llega después de una de las últimas polémicas protagonizadas por el príncipe Harry: su batalla legal fallida por la retirada de su seguridad oficial en el Reino Unido y las declaraciones que hizo en una entrevista televisiva para la BBC tras conocerse el fallo judicial.

Harry ha perdido un recurso legal contra el gobierno británico en el que exigía recuperar la protección policial para él y su familia durante sus visitas al Reino Unido, un derecho que perdió tras renunciar a sus funciones como miembro activo de la familia real en 2020. Se trata de una protección financiada con fondos públicos, a la que ya no tiene derecho desde su salida oficial de la institución.

Sin embargo, este revés judicial no pareció sentarle bien. Poco después, concedió una entrevista a la BBC en la que expresó su deseo de reconciliación con su familia, aunque pronunció algunas frases que no habrían sido bien recibidas en el seno de la Casa Real. Entre ellas, una que generó especial inquietud: "No sé cuánto tiempo le queda a mi padre...", insinuando que el rey Carlos III podría no estar bien de salud.

Tras estas declaraciones, su reciente entrevista y la posible intención de cambiarse el apellido, todo apunta a que la relación con la familia real británica es cada vez más distante, como señalaba el Daily Mail al recoger esta última polémica: Harry quiere cambiarse el apellido.