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Padres de Castilla-La Mancha rechazan el uso de pantallas en clase: "Nuestros hijos no son cobayas digitales"
Reclaman que, a partir del curso 2025-2026, se retome el uso de libros de texto en papel.
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"Nuestros hijos no son cobayas digitales". Así de rotundos se muestran los padres y madres de una agrupación de familias de Guadalajara, Cuenca y Ciudad Real que han iniciado una campaña contra la digitalización masiva de las aulas en Castilla-La Mancha.
Reclaman a la Junta que, a partir del curso 2025-2026, se eliminen los dispositivos digitales individuales como tabletas y portátiles y se retome el uso de libros de texto en papel, tal como ya han hecho otras comunidades autónomas como Madrid, Galicia o Cataluña.
Tras el anuncio de la Comunidad de Madrid de retirar estos dispositivos en sus centros públicos y concertados, el movimiento ha ido ganando apoyos en la región castellanomanchega: más de 1.400 firmas en Change.org respaldan la petición, señalan en nota de prensa.

Cartel de la concentración.
A este respecto, han convocado una concentración el próximo 7 de junio a las 11:00 horas en el Paseo de Fernández Iparraguirre de Guadalajara bajo el lema "Por el derecho a la desconexión digital de los menores".
Aunque el impulso inicial surgió de varias AMPAS de Guadalajara, la preocupación por los efectos de la digitalización se ha traspasado a familias de centros educativos de Cuenca y Ciudad Real.
Queja formal ante la Consejería
El pasado 12 de mayo, las familias presentaron una queja formal ante la Inspección Educativa de Guadalajara y Cuenca, y la remitieron también a la Consejería de Educación. En ella, denuncian que "se están vulnerando derechos fundamentales de los menores y sus familias".
"Los beneficios de introducir dispositivos en el día a día de los centros son escasos, los riesgos no están correctamente evaluados y los perjuicios son elevados", sostienen en el documento.
Perjudicial para la salud
El colectivo se apoya en las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que recomienda no usar pantallas antes de los 6 años y limitar su uso a un máximo de una hora diaria entre los 6 y los 12 años.
También citan a la OMS, que ha alertado del aumento de problemas de visión en la infancia, y a la Agencia Española de Protección de Datos, que ha advertido sobre los patrones adictivos en el entorno digital educativo.
Costes para las familias
Uno de los puntos más controvertidos es el coste que supone para las familias la compra de dispositivos. En este sentido, lamentan que algunos centros imponen la compra de tabletas u ordenadores y que, en muchos casos, "se exige adquirirlos directamente al propio colegio, lo que genera conflictos de intereses".
"La conexión a internet en casa no puede ser una condición para estudiar; eso aumenta la brecha social", inciden.
Volver a la escuela de antes
En el escrito defienden un modelo de formación digital, pero sin pantallas permanentes ni en edades tempranas. "No pedimos rescindir contratos con editoriales digitales, sino cambiar el soporte de los contenidos curriculares", aclaran.
"Queremos volver a una escuela saludable, sin imposiciones tecnológicas que afecten al desarrollo de nuestros hijos", añaden.
Desde la agrupación animan a más colegios de toda la región a sumarse a esta reivindicación para luchar por el derecho a crecer sin pantallas.