
Francisco Reynés, presidente de Naturgy, durante su intervención en la segunda jornada del Wake Up, Spain 2025!
Reynés (Naturgy) defiende alargar los plazos de operación de la central de Almaraz y reevaluar el cierre nuclear
Afirma no participar en ninguna conversación con Taqa y defiende que gracias a la auto-opa la compañía ganará liquidez.
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Francisco Reynés, presidente de Naturgy, se ha sumado al resto del sector energético español al considerar que se debe reevaluar el cierre de las centrales nucleares. En el caso concreto de Almaraz, ahora en el ojo del huracán, cree que se deberían alargar los plazos de operación.
La previsión es que el grupo I de la central extremeña eche el cierre en octubre del 2027 y que el grupo II haga lo mismo en noviembre de 2028. Ese es el protocolo original. Coincide además con que los permisos de Almaraz se obtuvieron en su última revisión por siete años para el grupo I y por ocho años para el grupo II con el cierre en el punto de mira.
Sin embargo, y tal y como ha recordado Reynés en su intervención en el V Foro Económico Español Wake Up, Spain!, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores, los permisos de operación de las centrales nucleares se suelen dar por diez años.
21. Conversación con Francisco Reynés
Por tanto, y según su opinión, “la solución es muy sencilla”. El directivo de Naturgy aboga por alargar hasta los 10 años la vida de Almaraz y “mientras tanto replanificar” el apagón nuclear. “Con ello ver cuál es el programa razonable para que todos los objetivos que tenga la planificación del Gobierno pueda funcionar”, ha reiterado.
En su intervención en el encuentro, Reynés ha dejado claras varias ideas. La primera es “que la generación eléctrica en base y en restricciones no tienen nada que ver”. “La nuclear es un proceso térmico que genera electricidad en base. Que además por su propia idiosincrasia tecnológica es inviable que tenga arrancadas y paradas de una forma permanente. No emite CO2 y deja residuos radiactivos”, ha explicado.
Los ciclos combinados son “justo lo contrario”. “Es una tecnología que permite que sus turbinas de gas estén generando el 95% de capacidad que tienen en minutos de la misma forma que puede pararse en minutos. Una y otra tienen mercados diferentes”, ha indicado.
“¿Qué necesita un país como España?”, se ha preguntado el presidente de Naturgy. “Las dos cosas”, ha contestado. “Una para asegurar un sistema de producción en continuo a un precio prácticamente fijo y otra que esté disponible para arrancar y parar cuando un tercer factor, que son las renovables, no puede suministrar toda su potencia teórica”, ha explicado.
Reynés ha recordado que en 2024 se aprobó el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y que hay un protocolo de cierre nuclear que se aprobó de forma consensuada en el 2019. Pero desde entonces, ha apuntado, “han pasado muchas cosas en el ámbito de la energía”.
Así, ha considerado que lo que “debemos hacer, para empezar, es asegurar el suministro eléctrico”. “Sin suministro sufren las empresas y los particulares. Lo segundo, es hacer un nuevo plan para ver cómo de factible es ese cierre nuclear”, ha indicado.
Auto-opa y Taqa
Naturgy celebró el pasado martes, 25 de marzo, su junta general de accionistas, donde se aprobó su auto-opa para adquirir el 10% de su capital y la ampliación de su consejo de administración de los 12 miembros actuales hasta los 16.
La junta representa así otro paso más en una operación de unos 2.332 millones de euros con la que la energética pretende elevar su free-float (capital flotante) en el entorno del 15%.
“De los 16 puntos del orden del día que se sometieron a aprobación en la junta de accionistas, ninguno se aprobó por menos del 98%”, ha resaltado Reynés. Esto, que no debería ser una gran noticia, lo es porque va precedida de mucha especulación respecto a movimientos, incomodidades y tensiones accionariales”, ha considerado. Si realmente “las hubiera, difícilmente podríamos tener un resultado como el que acabo de explicar”, ha añadido.
El apoyo de los accionistas, ha considerado, “debería bajar mucho la especulación sobre la tensión interna”, que “no es buena” ni para sus clientes ni para sus empleados”, ha resaltado el primer ejecutivo de la compañía energética.
La auto-opa, ha afirmado, “es una cosa técnica bastante aburrida y sencilla”. El objetivo es incrementar su liquidez para volver a estar presente en “los principales índices de los mercados de capitales: los MSCI”.
Hace un año que Naturgy fue excluida de estos índices. Fue “casi un shock”. “Vamos a comprar un 10% de las acciones para volver a colocarlas de nuevo en el mercado para colocarlas en manos de los minoristas. Esto ayudará a aumentar la liquidez y a retornar a los índices de referencia”, ha puntualizado Reynés.
Quieren “ser una compañía cotizada de verdad”. Y el nivel de liquidez que tiene ahora les hace “ser una compañía no realmente cotizada”.
Preguntado por el interés de Taqa por Naturgy, Reynés ha afirmado que no ha participado ni participa en ninguna conversación. “Cualquier restructuración accionarial es accionarial. Nosotros somos gestores de la compañía. Los accionistas son responsables de manejar sus participaciones. Ellos verán en qué sentido tienen interés o no. Y otros que puedan venir también”, ha afirmado.
Reynés cree que si se vuelve a hablar de la entrada del grupo emiratí en el accionariado de Naturgy es “porque la compañía es atractiva”. “Nunca he visto a una compañía que despierte el interés por parte de compradores que no sea atractiva”, ha asegurado.