
Mousse de chocolate (Imagen de archivo) iStock
Sólo un ingrediente y menos de 5 minutos: la sencilla receta de mousse de chocolate que mejora cualquier lunes
Una pequeña indulgencia para empezar la semana con buen sabor de boca.
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- Total: 5 min
Los lunes suelen ser sinónimo de madrugones, prisas y tazas de café que nunca parecen ser suficientes. Son días que "pesan" más que el resto y en los que, a veces, falta motivación. Afortunadamente, hay una solución mejor que quejarse o contar los días hasta el viernes.
Incluso la ciencia respalda que un pequeño capricho dulce puede mejorar el estado de ánimo y la receta de hoy es perfecta para convertir un lunes gris en un día un poco más alegre y llevadero. Su sencillez permite prepararla en pocos minutos, sin necesidad de ingredientes complicados ni largos reposos, lo que la hace ideal para esos días en los que necesitamos concedernos una pequeña indulgencia sin demasiado esfuerzo.
Un delicioso remedio contra el bajón de los lunes
Para que los lunes sean menos lunes, os proponemos la receta de mousse de chocolate más sencilla del mundo, porque se hace, literalmente, en cinco minutos y solo con un ingrediente, una tableta de chocolate. No hace falta más. Aunque podemos ponernos todo lo creativos que consideremos oportuno y acompañarla con frutas frescas como fresas o frambuesas, frutos secos o, incluso un toque de sal o de especias.
El chocolate negro es bien conocido por sus propiedades estimulantes y su capacidad para mejorar el estado de ánimo gracias a su contenido en teobromina y serotonina. Así que, más allá del placer de comer algo delicioso, este sencillo postre puede ser ese pequeño empujón de energía y felicidad que nos ayude a afrontar el inicio de la semana con una mejor actitud.
Mucho más fácil de hacer que una mousse de chocolate tradicional
La mousse de chocolate preparada solo con chocolate y agua es una versión sorprendentemente sencilla y minimalista en comparación con la receta tradicional. Mientras que la mousse clásica requiere ingredientes como huevos, nata o azúcar, esta versión se basa únicamente en la emulsión del chocolate con el agua y la aireación obtenida a través del batido. Esta facilísima técnica, descubierta por el químico Hervé This, padre de la cocina molecular y autor de libros tan maravillosos como Los secretos de los pucheros, demuestra que el chocolate ya contiene suficiente grasa y sólidos para crear una textura aireada sin necesidad de otros ingredientes adicionales.
En la receta tradicional, la mousse adquiere su inconfundible textura ligera gracias a las claras de huevo montadas a punto de nieve o a la nata montada, que incorporan aire a la mezcla. En cambio, en esta versión simplificada, el enfriamiento rápido sobre un baño de agua con hielo y el batido con un batidor de varillas manual o una batidora de varillas eléctrica permiten que el chocolate se cristalice de manera controlada, formando una estructura similar a la de una mousse hecha con una receta tradicional.
Aunque el resultado puede ser algo menos untuoso que el que se consigue añadiendo nata u otras grasas, sigue ofreciendo una textura muy cremosa y aireada y tiene un sabor mucho más intenso a chocolate, con menos calorías, menos grasas y menos azúcares añadidos.
En la versión con agua, el sabor del chocolate se mantiene puro y concentrado, lo que la convierte en una excelente opción para los amantes del chocolate negro intenso. Además, al no llevar productos lácteos ni huevos, esta mousse es apta para veganos y personas con intolerancias alimentarias, lo que la hace aún más versátil. Además, no hay duda de que es la mejor receta para quienes buscan una receta fácil, sin complicaciones y con un resultado sorprendente en pocos minutos.
Ingredientes para hacer una mousse de chocolate rápida y ligera
- Chocolate negro (mínimo 70 % de cacao), 200 g
- Agua, 160 ml
Paso 1
Picamos el chocolate en trozos pequeños para que se funda más fácilmente y lo colocamos en un bol resistente al calor.
Paso 2
En un cazo, calentamos el agua hasta que esté caliente, pero sin que llegue a hervir.
Paso 3
Vertemos el agua caliente sobre el chocolate y dejamos reposar unos segundos para que comience a derretirse.
Paso 4
Removemos suavemente con una espátula de cocina o unas varillas hasta obtener una mezcla homogénea con el chocolate completamente derretido.
Paso 5
Llenamos un bol grande con agua fría y hielo y colocamos el bol con la mezcla de chocolate sobre este baño de hielo, con cuidado de que no vaya a entrar agua fría dentro del bol de chocolate.
Paso 6
Batimos la mezcla con varillas eléctricas o manuales hasta que adquiera una textura espesa y aireada, similar a una mousse. Este proceso puede tardar entre 3 y 5 minutos.
Paso 7
Si en algún momento la mousse se espesa demasiado o se corta, podemos volver a calentarla suavemente al baño María para derretirla y repetir el proceso de batido.
Paso 8
Una vez obtenida la textura deseada, repartimos la mousse en vasitos o cuencos y la servimos en el momento o la dejamos en la nevera para que adquiera una consistencia más firme.