El vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, Dimitri Medvedev.

El vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, Dimitri Medvedev. Reuters Reuters

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Medvedev reta a Trump: "Nadie podrá garantizar la seguridad de Kiev" si Ucrania ataca Moscú durante el desfile del 9 de mayo

El Kremlin advierte de que atacar los desfiles del Día de la Victoria que conmemoran la derrota del nazismo implicaría que la capital ucraniana "no vea la luz del día".

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El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvedev, ha afirmado este sábado que nadie puede garantizar que Kiev vaya a "sobrevivir para ver la luz del día" del 10 de mayo en caso de que Ucrania ataque Moscú durante las celebraciones del Día de la Victoria del próximo 9 de mayo.

Las palabras de Medvedev llegan después de que el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, deslizase que desde Ucrania no podían garantizar la seguridad de los mandatarios extranjeros que visiten Moscú durante las celebraciones que conmemoran la victoria sobre la Alemania nazi, como es el caso del presidente chino, Xi Jinping.

El Kremlin anunció un alto el fuego unilateral de 72 horas que comenzará el día 8 con motivo de estas celebraciones, pero Zelenski se ha mantenido firme en su postura: el único alto el fuego posible ha de durar 30 días y cumplir las condiciones acordadas con Estados Unidos.

Esta declaración de tregua unilateral ha sido calificada por Kiev como "un nuevo intento de manipulación", sobre todo tras el reciente precedente de la breve tregua unilateral decretada con motivo de la Pascua ortodoxa y que resultó ser un fracaso en el que ambas partes se acusaron de atacarse mutuamente.

Zelenski dijo que Ucrania, dada la continua guerra con Rusia, no podía garantizar la seguridad de ningún mandatario extranjero que llegara a Moscú para el tradicional desfile de la victoria del 9 de mayo, que en esta ocasión conmemora el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.

"No podemos responsabilizarnos de lo que ocurra en el territorio de la Federación Rusa. Ellos son responsables de su seguridad y, por lo tanto, no les daremos ninguna garantía", afirmó.

Medvedev, único presidente ruso más allá de Putin en lo que va de siglo XXI, interpretó las palabras de Zelenski como una "provocación verbal" y señaló a través de su canal de Telegram que, en caso de materializar sus amenazas, "nada podrá garantizar que Kiev vea la luz del sol el 10 de mayo".

El Día de la Victoria y su desfile militar son simbólicos para Putin, ya que pretenderá visibilizar el apoyo de algunos líderes internacionales en una fecha señalada para homenajear a los descendientes de quienes lucharon contra el Tercer Reich.

Tanto Moscú como Kiev van a celebrar la efeméride, por lo que ambos líderes pugnan por los invitados. Moscú contará con la visita de los presidentes de China, Brasil, Serbia y Venezuela, así como la de otros mandatarios europeos díscolos con la postura de Bruselas en la guerra, como es el caso del eslovaco Robert Fico, reprendido por la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, por este motivo.

Otro de los objetivos de la tregua anunciada por Putin es garantizarse un 9 de mayo tranquilo. Entre amenazas cruzadas, la seguridad en Moscú se refuerza, temerosa de recibir ataques que dañarían su reputación.

Mientras la administración Trump ya ha anunciado que paralizará su actividad como mediador entre ambos países ante la falta de avances, lo cierto es que las conversaciones para alcanzar un alto el fuego están estancadas.

El pasado lunes, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, volvió a insistir en las líneas rojas que el Kremlin planteó desde el inicio de la guerra.

“Es imperativo el reconocimiento internacional de la propiedad rusa de Crimea, así como la de la república popular de Donetsk; de la república popular de Lugansk; y de las regiones de Jersón y Zaporiyia. También es necesaria la desmilitarización y desnazificación de Ucrania".

En ese sentido, las palabras de Zelenski deslizando que podría atacar a su enemigo durante la celebración de la victoria frente a los nazis han sido aprovechadas por Rusia para ahondar en una de las líneas con las que se pretende justificar la invasión ilegal del país vecino, y según la cual, el objetivo ruso es "desnazificar" Ucrania. 

Toma de Berlín

Medvedev también ha reaccionado a las palabras recientes de Donald Trump sobre el rol de Estados Unidos en el desenlace de la Segunda Guerra Mundial, calificando su opinión de "tontería pretenciosa" en su cuenta de la red social rusa VK.

"Trump anunció recientemente que Estados Unidos hizo la principal contribución a la victoria en la Segunda Guerra Mundial y que establecerá un día festivo el 8 de mayo. La primera conclusión es que es una tontería pretenciosa. Que recuerde o pregunte quién tomó Berlín, quién derrotó al enemigo tras más de cuatro años de lucha y quién liberó a la ingrata Europa. Nuestro pueblo dio 27 millones de vidas de sus hijos e hijas en nombre de la destrucción del maldito fascismo. ¡Por eso el Día de la Victoria es nuestro y es el 9 de mayo! ¡Así fue, así es y así será siempre!", reza el mensaje.