
Enrique Cerezo con la Medalla de Oro. Foto: Alberto Ortega
Enrique Cerezo, Medalla de Oro de la Academia de Cine: "Le daría un Goya a Santiago Segura todos los años"
El productor madrileño, responsable de más de 90 películas y de 11.000 títulos restaurados, reivindica la comedia española y la necesidad de memoria audiovisual.
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Enrique Cerezo (Madrid, 1948) ha dedicado más de medio siglo al cine español. Productor de más de 90 películas, restaurador incansable de un patrimonio audiovisual que sin él estaría en riesgo de desaparecer, y figura clave en la difusión del cine nacional, Cerezo ha sido galardonado con la Medalla de Oro de la Academia de Cine, un reconocimiento a toda una vida ligada al séptimo arte.
Este lunes, en una rueda de prensa previa al acto de entrega, el también presidente del Atlético de Madrid compareció con el aplomo de quien ha hecho de su pasión un oficio. "Recibí la noticia con mucha alegría y, sobre todo, con ilusión", confiesa ante los periodistas.
"Cuando son tus propios compañeros de profesión los que se acuerdan de ti y deciden darte una medalla como esta, cobra aún más sentido. Es algo que se agradece de verdad".
La Academia de Cine quiso rendir homenaje a una figura imprescindible que ha desarrollado una trayectoria discreta pero trascendental. Enrique Cerezo ha sido productor de películas clave como La buena estrella, de Ricardo Franco, que él mismo considera una de las más significativas de su carrera.

Enrique Cerezo durante la rueda de prensa. Foto: Gabriel Lavao
Pero más allá de su faceta como productor, Cerezo ha llevado a cabo una labor silenciosa pero crucial: la creación y mantenimiento de un fondo fílmico de más de 11.000 títulos, muchos de ellos restaurados y digitalizados en sus propios laboratorios. "Empecé comprando el fondo de Eduardo Manzano, que tenía casi todas las coproducciones hechas en España. Pensé: '¿Por qué no puedo hacer yo lo mismo que hacen en EE. UU. con su patrimonio?'. Y así empezó todo".
A día de hoy, ese archivo sigue creciendo y buena parte de él ya ha sido restaurado. "Digitalizar es clave. Ayuda mucho la técnica, pero no es un trabajo de un día. Hay películas de las que ni siquiera tenemos el material original. Restaurarlas lleva semanas, meses, pero cuando ves el resultado, todo compensa. Preservar es conservar, y conservar es recordar", sentencia Cerezo.
Cerezo no oculta su amor por el cine popular, especialmente la comedia española. "Soy fan de Santiago Segura. Hace un cine que gusta, que entretiene y que, además, llena las salas. Si la gente va a ver sus películas, es porque son buenas. Yo le daría un Goya todos los años por lo que hace", declara con humor.
A lo largo de la charla, recordó anécdotas con actores de renombre como Charlton Heston o Richard Lester, y repasó sus comienzos como ayudante de cámara. "La primera película en la que trabajé fue Un millón en la basura, con Julia Gutiérrez Caba, Somoza y Juanjo Menéndez. Era noviembre, hacía frío, pero era un sueño estar ahí. He tenido la suerte de trabajar en lo que más me gusta: el cine y el fútbol. No me faltan horas en el día".
Industria en movimiento
Preguntado por los cambios en la industria, fue claro: "Antes rodábamos con 30 personas. Ahora, en un set, hay 200. Se ha perdido la simplicidad, pero es el signo de los tiempos. Ya no se rueda en 35 mm, ahora todo es digital. Pero el cine seguirá siendo cine. Lo importante es que la gente quiera ver películas, ya sea en casa o, mejor aún, en una buena sala, sin distracciones ni ruido de palomitas".
Fernando Méndez-Leite, presidente de la institución, destacó la labor casi artesanal de Cerezo a la hora de preservar el legado cinematográfico español. "Hace poco me enseñó una película de Luis Mariano y Lolita Sevilla, sin banda sonora. Estaba buscando dobladores para recuperarla. Esa pasión por el cine español la representa como nadie", señaló Méndez-Leite.
El productor también reivindicó el papel del coproductor internacional y las ayudas públicas: "Aquí se habla mucho de subvenciones, pero si miráis lo que se da en Francia o Alemania, lo nuestro es casi cero. El productor arriesga su dinero, su casa, su coche… no es tan fácil como parece"
Sobre el futuro de su archivo, ha sido prudente: "Queda mucho por restaurar. Más de la mitad ya está digitalizado, pero seguimos comprando películas. Es un trabajo que no se acaba nunca. Lo importante es que ese legado permanezca".
Esta tarde, al recibir la Medalla de Oro, Enrique Cerezo tendrá en mente a muchos compañeros: "Son tantos años, tanta gente con la que he trabajado, que cuesta resumirlo. Pero si algo me queda claro, es que la amistad en el cine es algo muy valioso. Y que el cine, pese a todo, sigue vivo".