Lady Gaga en su concierto en la playa de Copacabana en Río de Janeiro

Lady Gaga en su concierto en la playa de Copacabana en Río de Janeiro Reuters

Música

Lady Gaga vuelve a hacer historia: 2 millones de fans enloquecen con su música en una playa de Río de Janeiro

Tras trece años de ausencia en el país latinoamericano, sus canciones han retumbado este sábado en la playa de Copacabana.

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Lady Gaga ha vuelto a hacer historia en lo alto de un escenario. Sus canciones han retumbado este sábado en la playa de Copacabana de Río de Janeiro (Brasil), donde ha deslumbrado con su ‘ópera gótica’ a 2,1 millones de asistentes en un concierto gratuito.

Se trata del espectáculo más multitudinario de la carrera de la artista. Tras trece años de ausencia en el país latinoamericano, la ganadora de 14 premios Grammy llevó su teatralidad y exuberancia a este mágico espacio: "¡Brasil, te he echado mucho de menos! Gracias por esperarme todos estos años", exclamó la artista en inglés.

La asistencia al evento superó con creces la esperada (1,6 millones), tal y como ocurrió en el concierto de Madonna el año pasado en esta icónica playa. Se estima que el concierto ha dejado un impacto económico de 94 millones de euros.

Como muestra de cariño a sus fans brasileños, Lady Gaga ondeó la bandera del país mientras leía un mensaje que fue traducido simultáneamente en el que dijo sentirse "honrada" y "orgullosa" de actuar de nuevo en el país.

Ella misma sabía que estaba escribiendo un nuevo récord en su lista de grandes conquistas en el mundo del espectáculo: "Os agradezco que estéis aquí para hacer historia conmigo", agregó.

Tras las aclamadas actuaciones en Coachella y México del pasado mes, Gaga ha ofrecido un espectáculo cargado de la energía ‘caótica’ de Mayhem, su álbum más reciente en el que narra la lucha contra sus alter egos.

Vestida con un vibrante traje rojo, sobre una estructura victoriana y en medio de un gigantesco escenario de 1.260 metros cuadrados que evocaba un teatro griego, la superestrella del pop inauguró el espectáculo interpretando Bloody Mary. El ambiente operístico con el que inició la presentación rápidamente entró en ritmo pop con Abracadabra.

Como por arte de magia aparecieron bailarines hasta ese momento escondidos bajo la falda de la artista para dar vida a enérgicas coreografías, que desataron frenesí en sus little monsters. Después de un intimista Shallow al piano, Bad Romance hizo vibrar a los asistentes.