El ministro Óscar Puente habla con agentes de la Guardia Civil.

El ministro Óscar Puente habla con agentes de la Guardia Civil.

España

La Guardia Civil detecta el 'modus operandi' habitual de las bandas que roban cobre en el suceso que paró el AVE

Los ladrones se cubrieron los pies con bolsas de plástico para no dejar huella y actuaron en cinco puntos de forma simultánea para minimizar la posibilidad de ser detenidos.

Sólo en 2024, se produjeron más de 4.400 sustracciones de cobre en España, siendo Castilla-La Mancha la comunidad más afectada con 799.

Más información: Un robo de cable en cuatro puntos del AVE Madrid-Sevilla deja varias horas atrapadas a 10.700 personas en 30 trenes

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Los investigadores de la Guardia Civil han detectado el mismo modus operandi de las bandas organizadas dedicadas al robo de cobre en España en el suceso que paró el AVE en la línea entre Madrid y Sevilla este domingo a la altura de Toledo.

Según fuentes próximas a la investigación que lleva a cabo la Unidad Orgánica de Policía Judicial en Toledo, la principal hipótesis apuntaría a la delincuencia itinerante y organizada que opera en el interior de la Península y se dedica a esta clase de delitos.

Los autores serían especialistas en robar ese material de las vías de alta velocidad o de otros puntos de la red ferroviaria para luego venderlo por entre 8 y 10 euros el kilo, un precio que ha ido incrementándose en los últimos años, generando lo que muchos ya definen como la fiebre del cobre.

La Guardia Civil está analizando las huellas que han encontrado en el lugar de los hechos. Por el momento, según las fuentes consultadas, ya se sabe que para cortar los tubos, los asaltantes utilizaron cizallas de más de un metro de longitud, una herramienta habitualmente empleada por esta clase de delincuentes.

Los investigadores han comprobado que los asaltantes conocían qué era lo que tenían que robar. Tanto es así, que cortaron los cables adyacentes a la vía por los que más cobre hay en su interior.

El robo, perpetrado en la tarde del domingo en un radio de 12 kilómetros entre Los Yébenes y Manzaneque, inutilizó los sistemas de señalización de la línea de alta velocidad. Como en muchos puntos de la amplia red española de ferrocarriles, los asaltantes sabían que en ese tramo no hay cámaras de seguridad.

La avería obligó a suspender durante varias horas la circulación ferroviaria en ambos sentidos, interrumpiendo los servicios que conectaban Toledo, Sevilla, Málaga, Córdoba, Huelva, Cádiz y Granada con Madrid.

Huellas y coordinación

Los investigadores han encontrado huellas de ruedas de vehículos en el entorno de los cinco puntos de la provincia de Toledo en los que se sustrajo el cable de la vía. Los especialistas las están analizando para averiguar marca y modelo del vehículo.

Podría ser que esas huellas fuesen de los asaltantes, que suelen utilizar furgonetas de tamaño medio o grande para cargar el material que roban, pero también de los agricultores de la zona, o de los trabajadores de la empresa de seguridad de Adif dedicados a la vigilancia de las vías.

Operación policial contra el robo de cobre

Operación policial contra el robo de cobre Efe

La forma de actuar en este caso es la habitual de las organizaciones dedicadas al robo de cable. "Se coordinan para hacerlo de forma simultánea en varios puntos. Si fuera un sabotaje como tal, es mucho más fácil tirar una cadena metálica a la parte de arriba de la catenaria, y no se habrían llevado el cobre", señalan otros especialistas de la Guardia Civil enfocados en la investigación de esta tipología delictiva.

Estas bandas, por lo general integradas por individuos de países de Europa del Este, tienen perfectamente monitorizados los tramos ferroviarios que posteriormente asaltarán.

"Si lo haces solo en un punto y te ven y mandan ahí una patrulla, te detienen ahí. Pero cuatro patrullas, en una zona como Toledo, con menos cuarteles y menos guardias civiles, no te las van a poder enviar, porque no hay los recursos suficientes para ello", añaden los expertos consultados.

Tal y como señaló el ministro Óscar Puente, los responsables de este episodio que generó el caos ferroviario accedieron a las vías del AVE a través de una zona boscosa. Es un recurso habitual, ya que se actúa donde menos vecinos pueden ser testigos del robo.

"Tienen controlados los horarios de los trenes, las horas a las que los agricultores de estas localidades están descansando", señala un especialista de la Guardia Civil.

Además, en los últimos tiempos han empezado a ponerse bolsas de plástico en los pies una vez están en la vía, con la intención de no dejar huellas. Es el caso de estas pesquisas, en las que por el momento no ha aparecido huella alguna de ninguna clase de calzado junto a los tubos de cobre cortados en el AVE.

La fiebre del cobre

Este robo de cobre se produce en un contexto de crecimiento exponencial de este tipo de delito. TRas una oleada de robos entre 2010 y 2014, el Ministerio del Interiorpuso en marcha el Plan permanente de respuesta de actividades ilícitas relacionadas con el cobre. 

Este plan lleva activo desde 2015 y sirve para intercambiar información que contribuya a la desarticulación de las organizaciones que se dedican a arrancar el cobre de las infraestructuras en todo el país.

Durante unos años, los casos remitgieron, pero a partir de la pandemia no han dejado de crecer. En 2024 se registraron los peores datos de la década. Hubo 4.433 robos de cableado de cobre y materiales conductores, esto es un 87% más que en 2019.

La evolución ha sido la siguiente en el último lustro: 1.460 casos en 2020; 2.365 en 2021; 3.650 en 2022; 4.053 en 2023 y los citados 4.433 en 2024.

Precisamente, este último caso ha tenido lugar en la región en la que más están actuando las bandas dedicadas al robo del cobre. Castilla-La Mancha fue con 799 hechos conocidos la región con más casos en 2024.

También fue Castilla-La Mancha el lugar donde más cobre se saqueó en 2023. La ausencia cada vez más evidente de agentes de la Guardia Civil en la España rural explica en parte la situación.

En el ranking de este tipo de robos, que publica el Sistema Estadístico de Criminalidad del Ministerio del Interior, le siguen a Castilla-La Mancha, Andalucía, con 745 casos, Comunidad de Madrid (678), Castilla y León (428), Aragón (298), Asturias (272), Comunidad Valenciana (271) y Galicia (259).

Del mismo modo, el número de detenciones por estos delitos ha ido aumentando en los últimos años. En 2024 hubo 987 investigados relacionados con robos de cobre. Las tres regiones en las que más detenciones hubo fueron Castilla-La Mancha (146), Asturias (146) y Andalucía (147).

Precisamente, las regiones en las que más robos se están llevando a cabo en los últimos años son aquellas que más guardias civiles han ido perdiendo con el cierre de cuarteles en la España interior. Así lo denuncian fuentes de las distintas asociaciones del Instituto Armado, que lamentan que nunca pueden llegar a las alertas debido a la lejanía de sus comandancias entre sí en la zona de la España vaciada. "Solo para Toledo, faltarían 300 guardias civiles para cubrir todas las necesidades de seguridad ciudadana", señalan desde JUCIL.

"Solo obtienen beneficios"

Los investigadores sostienen que las bandas dedicadas al cobre tardan apenas una semana en preparar sus operaciones. Es una especialidad delictiva que apenas tiene repercusión penal, ya que a los detenidos se les condena por un robo con fuerza, que casi nunca se salda con penas de prisión.

"No pierden nada, no hay riesgo y solo obtienen beneficios", dicen los especialistas.

La mayoría de detenidos son multirreincidentes. Es el caso de los cuatro detenidos por el robo de cobre en el tramo Barcelona-Montcada de Rodalies el día de las elecciones catalanas del año  pasado.

Entonces quedaron sin servicio las líneas de Renfe, lo que causó un gran impacto en la movilidad ferroviaria, que quedó paralizada y con graves afectaciones incluso en días posteriores.

También se habló de sabotaje en aquella ocasión, una posibilidad que los Mossos d'Esquadra descartaron rápidamente. Doce días después, los investigadores arrestaban a tres hombres y una mujer, todos  acumulaban una veintena de antecedentes policiales por hechos similares. Les atribuyeron hasta seis sustracciones de cobre en las catenarias de las líneas ferroviarias de la provincia de Barcelona.

Los robos de cable en el AVE son algo que hace años que preocupa a los expertos de Adif y del Ministerio de Transportes. Hace tres años que Renfe licitó junto a Telefónica, Ineco y Huawei un sistema de seguridad con drones para inspeccionar los más de 15.000 kilómetros de la red ferroviaria española, con una inversión inicial de 3,5 millones de euros.