Pau Antó, experto inmobiliario.

Pau Antó, experto inmobiliario. Imagen de archivo

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Pau Antó, experto inmobiliario, advierte: "Así cambiará el precio de la vivienda en España..."

El mercado inmobiliario en España sigue encareciéndose y los expertos alertan de un futuro aún más complicado si no se toman medidas.

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El mercado inmobiliario en España sigue subiendo de forma constante, especialmente en las grandes ciudades. Tanto los precios de compra como de alquiler han alcanzado cifras récord, dificultando el acceso a la vivienda para buena parte de la población. Para muchas familias, encontrar un piso a un precio razonable se ha convertido en una misión casi imposible, incluso cuando cuentan con ingresos estables.

Esta tendencia no es nueva, pero se ha intensificado en el último año. Según el último Informe de Tendencias del Sector Inmobiliario de la Sociedad de Tasación, se prevé que el precio medio de la vivienda, tanto nueva como usada, cierre el año con una subida del 3,6%. Eso situaría el precio medio por metro cuadrado en 1.918 euros, aunque la cifra varía enormemente según la provincia.

El aumento de precios afecta a todo el territorio nacional, pero con diferencias notables entre regiones. Mientras en provincias como Ciudad Real, Teruel u Ourense el encarecimiento ha sido más leve, en zonas como Baleares, Málaga, Cádiz o Valencia el incremento ha superado el 5%. Estas áreas con alta demanda y atractivo turístico son especialmente sensibles a la presión del mercado.

Madrid es hoy la ciudad más cara de España para comprar vivienda. El precio medio supera los 3.000 euros por metro cuadrado, dejando atrás a otras zonas tradicionalmente caras como Barcelona o Guipúzcoa. En contraste, Cáceres, Badajoz y Ciudad Real siguen siendo las opciones más asequibles, con precios por debajo de los 960 euros por metro cuadrado.

Este contraste refleja la creciente desigualdad territorial en el acceso a la vivienda. Mientras unas zonas viven un auge imparable, otras permanecen estancadas o crecen de forma mucho más contenida. Sin embargo, incluso en las regiones más baratas, los salarios no siempre permiten asumir una hipoteca sin comprometer el resto del presupuesto familiar.

Claves del alza en la vivienda

Para entender el futuro de este mercado, el youtuber Wall Street Wolverine entrevistó recientemente al experto inmobiliario Pau Antó. En su intervención, Antó expresó su preocupación por la evolución del sector y alertó sobre los riesgos de no adoptar medidas estructurales. Según explicó, la inflación ha jugado un papel clave en el encarecimiento de la vivienda, elevando el coste de materiales, hipotecas y alquileres.

Una de las principales causas señaladas por el experto es la falta de vivienda disponible en alquiler. La escasez de oferta frente a una demanda creciente está haciendo que los precios no solo no bajen, sino que sigan disparados. Esta situación afecta especialmente a los jóvenes, que cada vez tienen más dificultades para emanciparse o formar una familia en propiedad.

Además, Pau Antó criticó duramente la política de limitación del precio del alquiler. Asegura que esta medida, lejos de solucionar el problema, ha tenido efectos contraproducentes. Muchos propietarios han optado por no alquilar sus pisos ante la inseguridad jurídica, lo que ha reducido la oferta disponible y ha generado un repunte en los precios.

Este contexto ha dado lugar a un mercado inmobiliario extremadamente tensionado, en el que cada vez más familias deben destinar más del 40% de sus ingresos a cubrir los gastos de vivienda. Esto limita el acceso a otros bienes básicos y reduce la capacidad de ahorro. Tanto la compra como el alquiler son, para muchos, simplemente inalcanzables.

Un estudio reciente de la firma AURA REE revela que en España hacen falta más de 1,2 millones de viviendas para poder equilibrar la oferta con la demanda actual. Este déficit no es reciente: se ha ido acumulando durante años en los que apenas se construyó obra nueva, lo que ha terminado por saturar el mercado.

A esto se suma el hecho de que la creación de nuevos hogares ha absorbido gran parte del stock de vivienda existente. La combinación de escasa construcción y aumento de la demanda crea un cuello de botella que impide la bajada de precios. Mientras no se revierta esta situación, es improbable que los precios se estabilicen.

Las promotoras inmobiliarias coinciden en que la solución pasa por facilitar el desarrollo de suelo urbanizable. Denuncian que los trámites administrativos y las restricciones urbanísticas están frenando la puesta en marcha de nuevos proyectos. Sin una política clara que incentive la construcción, los problemas de acceso seguirán agravándose.

En el mercado del alquiler, el panorama es aún más complejo. Madrid y Barcelona se encuentran entre las ciudades más tensionadas de Europa en este sentido. La falta de oferta de vivienda en alquiler, sumada al auge de los pisos turísticos, ha disparado los precios en los barrios más céntricos y bien comunicados.

Muchos propietarios han optado por alquilar sus pisos a través de plataformas turísticas, donde obtienen mayores beneficios y menos complicaciones legales. Esta tendencia deja fuera del mercado tradicional a cientos de viviendas, reduciendo la oferta disponible para alquiler estable y permanente.

El resultado es un círculo vicioso: menos oferta, más competencia entre inquilinos y precios que siguen escalando. En este contexto, los expertos coinciden en que se necesitan medidas urgentes y eficaces para ampliar la oferta, mejorar el acceso a la vivienda y evitar que una parte creciente de la población quede excluida del mercado.