Ni que fuéramos la televisión pública: ‘La familia de la tele’ debuta con un desfile con orgullo chuminero

El 5 de mayo de 2023 se conocía la cancelación de Sálvame. Una filtración a la prensa adelantaba el punto final del programa de Telecinco que reinventó la forma de hacer corazón, que se emitió por última vez el 23 de junio. Justo dos años después de aquel momento, gran parte de su equipo (productores, presentadores, colaboradores) han desembarcado en La 1 en un nuevo proyecto, La familia de la tele, que hoy ha celebrado su llegada a la televisión pública con un gran desfile.

Pero antes de ese prometido desfile, los espectadores hemos podido ver una suerte de Pekín Exprés en el que Víctor Sandoval, Lydia Lozano, Belén Esteban, Inés Hernand, Chelo García-Cortés, Kiko Matamoros, María Patiño y Aitor Albizúa se han tenido que buscar las castañas para llegar a RTVE.

En teoría, este Pradín Exprés (tenían que ir de Torrespaña a Prado del Rey) les pilló a todos por sorpresa, a pesar de que era un pequeño secreto a voces. Y aunque prometía dejar muchas anécdotas, lo que llegaba a casa era un sinsabor de malas conexiones, imágenes que se congelaban, audio que se cortaba. Algo que, ni de lejos, está a la altura de lo que se espera de una televisión pública.

[El recorte que sufrirá 'La familia de la tele' en su tercer día: RTVE anuncia cambios en su parrilla por el inicio del Cónclave]

Buena parte de La familia de la tele ha estado haciendo Ni que fuéramos Shhh en el Canal Quickie. Y allí, por la propia naturaleza del formato, que hacía del low-cost su sello, se podía comprender que las conexiones fallasen por doquier. Pero lo de esta tarde, en su primer tramo, solo invitaba a hacer zaping y encontrar algo que no fuese incómodo de visualizar.

Al filo de las siete de la tarde, todos los comunicadores llegaron al fin a Prado del Rey, y entonces comenzó la fiesta. Y parecía que esto no iba a tener lugar, porque el tiempo no acompañaba. Pero después de una primera cancelación por la muerte del Papa Francisco, y una segunda por el apagón, el desfile tenía que salir adelante sí o sí.

[‘La familia de la tele’ arranca en TVE con un ‘Pekín Exprés’ de Torrespaña a Prado del Rey: “Hay que tener jeta”]

Paloma del Río y Cayetana Guillén Cuervo fueron las encargadas de locutar este desfile de carrozas y artistas que, personalmente, me ha traído el recuerdo de un capítulo de Los Simpson. Aquel en el que Marge monta una empresa de lacitos, y una guía de marketing le recomienda inventarse un desfile para poder tirar folletos publicitarios. Por ello, visten a Lisa como un astronauta y la venden como la niña espacial.

Algo así es lo que ha montado RTVE esta tarde. Un ficticio desfile que, realmente, no tenía ningún sentido. Porque nos han ido vendiendo a todos los colaboradores del programa, a los que ya conocíamos, en un show a medio camino entre una rave, un reportaje de la historia de RTVE, un Orgullo de extrarradio y unas fiestas de barrio.

Rocío Carrasco en 'La familia de la tele'.

Tras dos intentos frustrados de emitir este desfile, que parecía imprescindible para estrenar el programa, era fácil esperar una gran fiesta que resultó un tanto descafeinada. “Gracias al rey emérito por habernos respetado”, llegó a bromear Inés Hernand sobre qué más podría haber pasado para no celebrar la cabalgata.

Poco a poco se disfrutó de una sucesión de trajes de la historia de RTVE y que llevaron Mayra Gómez Kemp, Alaska o Julia Otero. Y también había cabezudos, y un coche homenaje a la Cruz Roja que traía a Lydia Lozano, que bailó su primer chuminero. “¡Que baile el chuminero!”, gritaba todo el público ante una periodista canaria entregada. Y en cierto modo, Lydia ofrecía lo mismo que todo el evento en sí: algo chuminero, absurdo, aunque no tan divertido como cabría esperar.

También se nos prometió una carroza con la identidad de un colaborador de La familia de la tele cuya identidad no se había desvelado. A su llegada se escuchaba el Garlochí de Isabel Pantoja, y así se confirmaba el secreto a voces: Isa Pantoja, que ha abandonado Telecinco, inicia una nueva aventura en la televisión pública por las tardes. “Me sentía estancada, quería que me vieran en otros perfiles”, decía Isa a Marta Riesco para explicar este salto en su carrera catódica. Y más tarde apareció por sorpresa Rocío Carrasco, escondida bajo un cabezudo, asegurando que la gente del programa son su familia.

Lydia Lozano bailando el chuminero.

En definitiva, el resultado del experimento dejó una sensación un tanto caótica, porque más allá de enumerar a todos sus colaboradores y vendérnoslos muy bien, realmente no queda clara cómo irá la cosa a partir de mañana. Cuando cada tarde abra las puertas ese barrio de Bellavista que se reservaron hasta el último minuto y ya se hizo tarde, de tanto apurar.