Carlos Sainz y Ben Sulayem, en un fotomontaje

Carlos Sainz y Ben Sulayem, en un fotomontaje Diseño: Deportes EE

F1

Ben Sulayem ve en Carlos Sainz una amenaza para presidir la FIA y prepara un ataque frontal contra el español

El actual dirigente del automovilismo internacional maniobra para blindarse ante un posible cambio de liderazgo que gana apoyos en Europa y América.

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Mohammed Ben Sulayem ha pasado de la discreción al contraataque. El presidente de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA) considera una amenaza real la posible candidatura del español Carlos Sainz a la presidencia del organismo.

Aunque el bicampeón del mundo de rallies aún no ha confirmado su postulación, pero sí que lo está pensando, su nombre ya resuena con fuerza en los pasillos de la FIA.

Tras esto, no ha tardado en llegar la respuesta del emiratí, que pretende maniobrar con una batería de cambios en los estatutos que, en la práctica, podrían dejar fuera de juego a su principal rival.

Según documentos filtrados por BBC Sports, Ben Sulayem propondrá varias reformas clave en la próxima Asamblea General de la FIA.

Entre ellas, destaca su intención de poder designar de forma directa a cuatro miembros del Senado, el órgano colegiado que toma decisiones junto al presidente. Esta modificación refuerza su control directo en los procesos internos y decisiones estratégicas.

También quiere igualar la duración de los mandatos de los comités de Ética y Auditoría con el suyo propio, de cuatro años. Esto impediría que futuros presidentes se encuentren con órganos críticos ya constituidos y potencialmente hostiles.

A su vez, pretende modificar las normas de composición del Consejo Mundial para evitar que haya más de un miembro del mismo país, una medida con la que podría filtrar nacionalidades incómodas o reforzar alianzas con federaciones afines.

Primera vuelta a MadRing, antes de las obras, con el coche del Dakar de Carlos Sainz

Una reforma anti-Sainz

Más allá de estos movimientos estructurales, hay dos cambios de gran calado que parecen dirigidos explícitamente a frenar a Carlos Sainz.

El primero, adelantar el plazo de presentación de candidaturas presidenciales de los 21 días actuales a 49 días antes de las elecciones.

Oficialmente, se busca "dar más margen para analizar las candidaturas". Pero en la práctica, se traduce en menos tiempo para organizar campañas alternativas, lo que obliga al español a acelerar su decisión y a cerrar alianzas sin margen para la improvisación.

El segundo cambio es más controvertido y podría suponer un veto encubierto. Se trata de un nuevo artículo que obligaría a los candidatos a "evitar cualquier conflicto de intereses" y "revelar cualquier situación que pueda derivar en ellos".

En el caso de Carlos Sainz, su hijo compite en la Fórmula 1 con el equipo Williams. El Comité de Ética, actualmente controlado por el propio Ben Sulayem, podría interpretar esta vinculación familiar como un conflicto de interés, inhabilitando su candidatura.

Sainz Jr. responde

La publicación de estas maniobras no ha pasado inadvertida para Carlos Sainz Jr., quien en el paddock de Imola, antes del Gran Premio de Emilia-Romaña, fue claro: no ve cómo puede haber conflicto.

Aseguró que tanto él como su padre serían "extremadamente cuidadosos" para no comprometer ni su imagen ni la del automovilismo, añadiendo que "jamás comprometeríamos esa situación".

En su defensa más personal, dejó entrever que lo que más teme es una campaña sucia contra su padre: "No queremos que nuestra trayectoria se vea dañada por esto".

Además, reivindicó el perfil de su padre como el más preparado para liderar la FIA, no solo por su experiencia competitiva sino por su implicación en todos los niveles del automovilismo, desde el karting hasta la movilidad urbana.

Carlos Sainz celebra con su familia su victoria en el Rally Dakar 2024

Carlos Sainz celebra con su familia su victoria en el Rally Dakar 2024 Reuters

Sainz logra el consenso

Carlos Sainz Sr. aún no ha hecho pública su decisión, pero está valorando muy seriamente presentarse. Su hijo ha reconocido que el ex piloto madrileño está explorando cuántos apoyos puede reunir, qué figuras clave le acompañarían en su equipo y cómo se articulan las elecciones.

Lo relevante, según ha revelado, es que "la idea no surgió de él, sino de muchas figuras del motor que le ven como la mejor alternativa".

En efecto, el carisma y la trayectoria de Sainz han calado en el entorno internacional. Su liderazgo es visto como una oportunidad para oxigenar una FIA que ha estado bajo presión desde que Ben Sulayem asumiera el cargo en diciembre de 2021.

Su mandato ha estado rodeado de críticas por falta de transparencia, por polémicas decisiones en la F1 y por el despido de varios directivos que mostraron independencia.

Blindaje para la reelección

La estrategia de Ben Sulayem es clara: blindarse antes de que el desafío de Sainz se convierta en una amenaza real. Quiere que el calendario electoral juegue a su favor, controlar los comités clave que fiscalizan las candidaturas y asegurarse un Senado afín para sus decisiones más polémicas.

Todo esto lo prepara a solo unos meses de las elecciones previstas para diciembre de 2025, en las que aspira a ser reelegido por otros cuatro años.

Con estas reformas, reduce la capacidad de maniobra de cualquier adversario y establece reglas que le benefician directamente.

A la vez, genera un clima de tensión que recuerda más a un proceso político que a un relevo deportivo institucional.

El piloto Carlos Sainz Sr en una entrevista con EL ESPAÑOL.

El piloto Carlos Sainz Sr en una entrevista con EL ESPAÑOL. Rodrigo Mínguez EL ESPAÑOL

Estas maniobras podrían comprometer la imagen de la FIA, especialmente si se percibe que Ben Sulayem utiliza su posición para manipular el proceso electoral en beneficio propio.

La BBC ya ha señalado que muchas de estas propuestas estaban en el aire desde hace meses, pero su aceleración coincide de manera evidente con la aparición del nombre de Sainz en las quinielas.

En un momento en que el automovilismo mundial demanda mayor integridad, transparencia y modernización, la candidatura del español podría canalizar esa necesidad de cambio.

Sin embargo, el presidente emiratí está dispuesto a usar todos los mecanismos a su alcance para impedirlo, incluso a riesgo de generar una guerra institucional.

La carrera hacia la presidencia de la FIA se perfila como una de las más tensas y significativas de las últimas décadas. Mohammed Ben Sulayem no está dispuesto a ceder el testigo y ha activado un escudo reglamentario que pone a Carlos Sainz contra las cuerdas.

Pero si algo ha demostrado el madrileño a lo largo de su vida es que sabe competir incluso cuando el terreno está en contra.

La cuenta atrás ha comenzado. Y en ella, no se decidirá solo quién dirige la FIA, sino también qué tipo de automovilismo quiere el mundo para la próxima década.